“No pude pagar la energía y me cortaron la luz”: conductor de Uber regresa a trabajar y crea barrera de plástico para su vehículo

Carlos Hernández llegó al límite económico durante la pandemia, decidió regresar a trabajar como Uber para sostener a su familia, pero tomó la medida de colocar una división plástica entre conductor y pasajero por tan solo $7.

Carlos Hernández es conductor de Uber y aplica todas las medidas de bioseguridad que están a su alcance para poder trabajar y llevar el sustento a su hogar.

Por Damaris Girón

2020-08-27 2:49:24

Con la reapertura de la economía en El Salvador, todos los sectores productivos han tomado las medidas de bioseguridad necesarias para atender a sus clientes, y el sector transporte privado no es la excepción.

La necesidad de trabajar y de proteger a sus familias ha obligado a algunos de los conductores de Uber y taxis a tomar medidas extras para mantener el distanciamiento físico dentro de los vehículos.

Carlos Hernández es conductor de Uber y asegura que, debido a la pandemia, hoy debe incluir entre sus herramientas indispensables de trabajo: la mascarilla, el alcohol gel y el desinfectante para limpiar el vehículo después de cada viaje. Como medida extra para protegerse del virus, también ha colocado una barrera de plástico para dividir la parte del conductor con la parte de atrás, en donde viajan los pasajeros.

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Carlos relata que las barreras de plástico se pueden adquirir en diferentes negocios, sin embargo, sus precios no son accesibles para todos, “a mi me lo ponían en 40 dólares, pero la verdad es que no cuento con esa cantidad de dinero”, explica.

Con ingenio y paciencia, Carlos creó su propia barrera, averiguó en dónde comprar el plástico y lo adaptó a la forma de su vehículo, “el plástico a mí me costó $3.50, el pliego, por todo me salió como en $7, ya puesto”, dice y recalca que esta es una medida personal, pues la empresa (Uber) no ha exigido este tipo de medidas para poder trabajar.

“Algunos han puesto plástico delgado, pero yo siento que eso no protege tanto como el que yo he puesto”, afirma Carlos. Todos sus esfuerzos son para poder trabajar y ganar el sustento diario sin llevar el virus a su casa, y también para garantizar un viaje seguro a sus clientes, quienes ya le han expresado sentirse más tranquilos al ver sus protocolos de seguridad.

A pesar que se debe invertir para cumplir estos protocolos, Carlos invita a sus compañeros a que se protejan “estamos expuestos a toda enfermedad, no somos inmunes”, dice.

Carlos Hernández ha adaptado su automóvil para poder hacer viajes con medidas de seguridad para evitar contacto entre pasajero y conductor. Foto EDH / Jonathan Tobias.

El negocio no es rentable

Carlos asegura que trabajar en este negocio no es rentable, pero que no tiene opción porque no logra encontrar un empleo fijo. Durante toda su vida ha sido conductor, antes manejaba buses del transporte público y desde hace dos años es conductor de Uber.

Con los gastos en insumos de protección contra el COVID-19, más el combustible y el pago del alquiler del vehículo con el que trabaja, sus ganancias diarias son pocas.

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“Hay que tratar de salir adelante para que no nos haga falta algo en la casa, más que todo la comida, porque para lujos creo que no nos va alcanzar”, expresa y dice que debido a la falta de ingresos no pudo pagar la luz y le cortaron el servicio.

Meses sin poder trabajar

Desde que empezó la cuarentena hasta hace tres semanas, Carlos dejó de trabajar en este oficio, debido a la falta de clientes. Durante esos meses se dedicó al comercio informal, “en mi caso, tuve que tomar la decisión de vender verduras para salir adelante”.

Ahora que ya no hay restricciones, la venta de verduras dejó de ser rentable para Carlos por lo que decidió volver a manejar por las calles de la capital, pero claro, tomando todas las medidas de bioseguridad necesarias.

“Aquí andamos de nuevo porque las cosas se han puesto bien difíciles, ya salió la competencia a trabajar, así que ya no se vende como antes”, dice Carlos.

Medidas de protección en otros países

La instalación de pantallas de plástico, para separar al conductor de los pasajeros, ya había sido utilizada como medida de seguridad para evitar el contagio del nuevo coronavirus en países como España, Colombia, China y México.

No llevar pasajeros en el asiento delantero, hacer uso de la mascarilla, utilizar alcohol gel y desinfectar el interior del vehículo después de cada recorrido son otras de las medidas que se han implementado en diferentes partes del mundo.