Rafael García, el fisicoculturista que no se intimida ante la silla de ruedas
El físicoculturismo y el atletismo son las disciplinas con las que Rafael García, un atleta paralímpico, le quiere enseñar a las personas la necesidad de la inclusión. El chavo dice que en la convivencia está la clave para poner fin a las barreras.
Rafael García tiene claro que estar en una silla de ruedas no debe ser una limitante para progresar, y es el mensaje que desde hace cinco años viene predicando a través del deporte. Este salvadoreño nació en 1986 con escoliosis lumbar, una deformación de la columna vertebral que le impidió caminar, pero no alcanzar sus metas.
En su época de bachillerato, a Rafa le entró la pila de hacer deporte. Hizo tenis, surf, quiso jugar básquetbol, pero no pudo porque el horario de estudios se lo impidió; y desde los últimos cinco años se empiló con el atletismo y fisicoculturismo, y son estas últimas disciplinas con las que busca dar un mensaje de inclusión.
“Siempre me he mantenido haciendo ejercicio. Primero hacía levantamiento de pesas y pechadas, pero de forma amateur, pero le empecé a tener más amor en 2014 con la corrida. Mi primera carrera fue de 12 kilómetros y fue duro porque nunca había corrido una distancia tan larga”, dice el también técnico en ingeniería industrial, para luego agregar que fue en ese momento que se dio cuenta que no la tendría fácil para ser un atleta paralímpico, ya que empezó a encontrar límites tanto físicos como psicológicos, y que la mayoría provenían de terceros.