“Es gravísima”. Así definió el director de Protección Civil, Jorge Meléndez, la situación de incendios forestales que afecta al país, mismos que según indicó se incrementaron a partir de marzo.
Estadísticas brindadas por el titular de Protección Civil indican que solo entre el 18 de marzo, fecha en que se estableció la alerta verde por incendios, hasta el 30 del mismo mes se habían registrado 32 eventos de este tipo.
Sin embargo, en lo que va de 2019 ya se contabiliza un total de 109, por sobre 90 del año anterior.
Meléndez subrayó que estos eventos están dejando daños incalculables en el medioambiente, en lo que respecta a la desaparición de especies de flora y fauna que terminan calcinadas, e incluso en la disponibilidad de agua tanto superficial como subterránea.
Entre las áreas boscosas más grandes que se incendiaron en los últimos días están el parque Walter Thilo Deininger, en el departamento de La Libertad, así cómo el bosque Nancuchiname, en Usulután. Según dijo Meléndez, el primero de los eventos ya había sido sofocado ayer, pero el segundo se había reactivado.
Explicó que solo en la zona Deininger el fuego arrasó más de 600 manzanas de bosque, y con ellas culebras, cusucos, pájaros e incluso osos hormigueros.
Aseguró que un incendio que se registró en el volcán de San Salvador logró ser controlado este fin de semana, pero tres más atendidos en distintos puntos de San Vicente seguían activos, uno fue en San Esteban Catarina, en el sector de la Tequera y cerro La Campana.
El funcionario no descarta que el número de incendios forestales que han ocurrido en el país en estas últimas semanas pueda ser mayor, dado que solo se han estado reportando los más grandes, y considerando que “hay días en que se han recibido (informes) de hasta 25 incendios”.
Sostuvo que la situación es complicada porque las condiciones climáticas que prevalecen en este momento “hacen que estemos vulnerables a esos eventos”, con ello se refiere a que hay bastante calor, poca humedad y poca brisa, a lo que se suma la imprudencia y mala intención de la población.
“Es un problema más serio porque la gente tira colillas de cigarro, hace fuego para quemar rastrojo, también para buscar animales, hay gente que le da fuego al zacatal, no le podría decir las razones, pero siempre lamentablemente hay mano humana”, advirtió.
Afirmó que la única manera de frenar estos eventos es que la gente realmente tome consciencia y evite hacer fogatas, quemas en las zonas de cultivo, que no sean indiferentes y en cuanto vean que inicia un incendio colaboren para que se sofoque: “Hay de algunos (incendios) que avisan rápidamente y de otros nadie se da cuenta”.
