Un grupo de feministas denominadas Amorales se concentró desde las 8:00 de la mañana en las afueras del Centro Judicial Isidro Menéndez, en San Salvador, para apoyar a una joven que según ellas, ha sido demandada injustamente por los delitos de difamación y daños al honor en perjuicio del profesor universitario Ricardo Mendoza Alberto, de 62 años.
Las activistas aseguran que la audiencia de conciliación a realizarse en el Tribunal Sexto de Sentencia y que se suspendió porque no llegó el abogado acusador, tenía como propósito intentar conciliar con la procesada, una ex alumna del profesor Mendoza, quien habría emprendido contra la universitaria en venganza por haberlo denunciado por acoso sexual.
El profesor Mendoza se defiende y dice que su propósito es estar tranquilo con él y con la sociedad; y advierte que si una persona tiene problema con él, que busque las instancias legales y no utilizar la difamación como medida de solución.
Entre tanto, las feministas rechazan negociar con el supuesto agresor y sostienen que están claras de su actuar que ha sido coherente con la labor de defensa de los derechos humanos.
“Desde hace tres años vienen queriéndome afectar, el problema es que no presentan la denuncian sino que se van a meter al teatro de arte y cultura de la Universidad de El Salvador donde trabajo, a gritarme, un flagelo que se repite en la calle, universidad, en su oficina o mientras me estoy tomando un café”, se quejó el profesor.
Por su parte la Colectiva Amorales, en un escrito expresan que la denuncia del profesor Mendoza contra su integrante es un atentado a la defensa de los derechos humanos y con la que buscan silenciar una realidad (acoso y agresiones sexuales) que las universidades han callado, aseguran estar preparadas para dar la batalla legal.
El profesor Ricardo Mendoza Alberto, niega ser un acosador de sus alumnas pero dice que el grupo de feminista le gritan improperios en cualquier lugar sin tener pruebas y por eso ha demandado a una de sus estudiantes por difamación. FOTO EDH/ Jaime López”He reunido unos centavos para pagar un abogado e iniciar este proceso, yo aquí y esperaba que se resolviera hoy este problema, pero no se ha dado la audiencia porque mi abogada está enferma”, lamentó el profesor.
La amigas de la universitaria, atribuyen las acciones legales del profesor Mendoza de querer utilizar el sistema de justicia para callar y validar las agresiones que ha cometido contra muchas de sus estudiantes y que lo han denunciado.
Asimismo demandan de la Universidad de El Salvador que deje de encubrir a los agresores, que se pronuncie ante el caso y lo despida por ser un peligro para las estudiantes.
El profesor Mendoza asegura que detrás de la alumna que lo acusa de acosador sexual hay todo una plan de desesperación para que renuncie al trabajo que desarrolla en la Secretaría de Arte y Cultura de la Universidad de El Salvador. “A mi no me han afectado en lo intelectual ni en lo moral, porque aquí estoy, pero no deja de dañar a mis hijos, me he divorciado a raíz de esto”, se quejó.
Asegura que lo llamaban a su casa y le dicen a la esposa “aquí estoy con él en un motel” y él estando a la par de su excónyuge, dice.
En sus redes sociales han publicado mensajes con características que no corresponden a su profesión. “Me ponían, fulano de tal, representante de los violadores y acosadores de la Universidad de El Salvador, yo tengo los vídeos y las fotografías donde está todo eso”, sentenció. Denuncia