Priscila, la ingeniera en Aeronáutica que se especializará en Mecatrónica en Europa y sueña con trabajar en fábrica de aviones

La santaneca de 24 años, que se graduó en 2020 en la primera promoción de mujeres de Ingeniería en Aeronáutica de Centroamérica, se ganó una beca de la Unión Europea para estudiar una maestría en Ingeniería Mecatrónica que completará en dos años en España y Alemania.

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Priscila Monroy, la ingeniera en Aeronáutica salvadoreña que ganó una beca para estudiar una maestría en Mecatrónica en Europa. Foto: Imagen de carácter ilustrativa y no comercial/facebook.com/priscila.monroy.3/posts/3325982254102628

Por Liseth Alas

2021-08-29 8:53:07

"El que persevera alcanza" y "el que no arriesga no gana", dos dichos populares que se aplican a Priscila Monroy, una ingeniera en Aeronáutica que demuestra que le apasiona su profesión, pues los deseos de superarse en la vida la han animado a no renunciar a sus sueños y a permanecer en constante aprendizaje. Ahora, la joven que tiene 24 años, oriunda de Santa Ana, contó que ganó una beca para especializarse en la rama de Mecatrónica en Europa y anhela en un futuro lograr trabajar en una fábrica de aviones.

Aunque la salvadoreña tuvo que renunciar al trabajo en el que recién se había instalado como supervisora de turno de aviación en una empresa que abastece combustible a aerolíneas en el Aeropuerto Internacional San Óscar Arnulfo Romero, ella se muestra optimista con la difícil decisión que tomó al sostener que la maestría en Ingeniería Mecatrónica le abrirá otras ofertas en su área y no solo en el país sino en el extranjero.

"Justo en junio comencé un nuevo trabajo. Era un trabajo estable y era como tomar la decisión de si quedarme o irme a la maestría, pero la verdad es que la maestría es una gran oportunidad que no se presenta siempre y era de aprovecharla. Yo siempre había deseado estudiar en el extranjero, tener la oportunidad de estudiar en Alemania, y Dios me abrió esta puerta", dijo.

La joven durante su labor como supervisora de turno de aviación en el Aeropuerto Internacional de El Salvador. Foto: Cortesía Priscila Monroy

La santaneca comenzará un nuevo desafío lejos de su país y sobre todo de su familia desde el 1 septiembre, luego de aceptar la beca de dos años que le otorgó el programa Erasmus Mundus de la Unión Europea (UE), para estudiar su primer año en la Universidad de Oviedo, España, y el segundo lo culminará en Hochschule Karlsruhe-University of Applied Sciences, en Alemania.

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La historia de Priscila se conoció a través de elsalvador.com en julio de 2020 cuando se graduó con honores en la primera promoción de mujeres de Ingeniería en Aeronáutica de Centroamérica que se preparó en la Universidad Don Bosco. En ese entonces, aseguró que sus aspiraciones en esa carrera universitaria las definió desde bachillerato al formar parte de un club de robótica y mecatrónica.

Su talento en el campo en el que, además, domina otros idiomas como el inglés y alemán, le abrió oportunidades laborales en el aeropuerto salvadoreño.

Pero su afán por continuar actualizándose en su rama la llevó a emprender la búsqueda de maestrías afines a su profesión. Desde el año pasado indicó que comenzó a tocar puertas en universidades extranjeras y aplicó a la beca de la Unión Europea.

"Yo quería desarrollar un poco más mi área como ya más de mecánica y electrónica que fue que sentí que me faltó un poco al salir de la 'U' y la Mecatrónica siempre me había gustado desde el colegio que estuve en un club de mecatrónica, por eso busqué una maestría que se apegará a eso", expuso la joven que se describe como una persona "muy persistente, que no se rinde" por perseguir sus ideales.

La santaneca se graduó de ingeniera en Aeronáutica el 25 de julio de 2020. Fotos: Cortesía Priscila Monroy

Ella define la Mecatrónica como "la mecánica y la electrónica unida, se encarga como en el funcionamiento de las máquinas, de cómo se utilizan estas dos ramas de ingeniería para fabricar máquinas... Ven como sistemas informáticos, van más orientados a lo novedoso a crear robots o máquinas más automatizadas".

Añade: "Me gustan las orientaciones que dan para especializarse (en Ingeniería Mecatrónica) como es la eficiencia energética, también me puedo especializar en ingeniería Automotriz o robótica que son áreas que me gustan y que también las puedo apegar bastante a la Aeronáutica".

Mientras, llegaba a concretarse algunas de las ofertas para su especialización, Priscila continuó ejerciendo sus labores como controladora de tránsito aéreo en la torre del aeropuerto, plaza que se agenció tras aplicar en 2018 a un programa de becas que ofreció la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), aprobar un curso de selección y obtener la licencia que otorga la Autoridad de Aviación Civil que la acreditó como Controlador de Tránsito Aéreo.

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En esa función, ella ha comentado que rompió estereotipos al ser de las pocas mujeres que formaban parte del equipo de controladores de tránsito aéreo, así como se enfrentó al reto de ganarse la confianza en que, pese a ser joven, puede asumir las responsabilidades que se le asignan.

Monroy se desempeñó en ese puesto durante dos años y siete meses, pues dejó ese trabajo tras ser aceptada en otro empleo siempre en el aeropuerto, donde asumió más retos relacionados con su profesión.

En su labor como controladora de tránsito aéreo. Foto: Cortesía de Priscila Monroy

Desde junio pasado, la joven se integró a una compañía que abastece de combustibles a las aerolíneas, donde fungió como supervisora de turno de aviación.

"El trabajo era más pesado físicamente por todas las exigencias de mantenimientos y pues, ya en sí antes estaba en una torre y luego pasar a una planta en la que se requiere de estar pendiente de que se vayan cumpliendo con todas las tareas que se tienen que hacer mensuales es un poco más exigente, me gustó ese trabajo... La experiencia que estaba tomando en esta nueva posición era más a lo mecánico, práctico, a mantenimiento", explicó.

Sin embargo, no contaba que su nueva experiencia laboral iba a durar solo tres meses, ya que a finales de julio fue notificada que le fue otorgada la beca para estudiar por dos años Mecatrónica y la cual ella aceptó.

También a raíz de la nueva especialización ha tenido que suspender una maestría en Administración de Empresas que había comenzado a cursar en el país, de la cual solo acabó el primer año de los dos que dura.

Aunque la joven expresó que también había sido aceptada para estudiar en otras tres universidades en el extranjero a inicios de este 2021, dijo que rechazó las propuestas, porque debía correr con los gastos de todo, por lo que decidió esperar la respuesta del programa de la Unión Europea.

"Si no ofrecían beca en la universidad no me motivaba a irme, porque tenía que incurrir en gastos o pedir un préstamo. Entonces, yo decía: 'Voy a ir donde me ofrezcan beca completa y que me ofrezcan todo', y valió la pena la espera, pues Dios me abrió esa puerta", afirmó.

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La joven asegura que siempre está dispuesta a asumir nuevos desafíos y con la especialización sueña con lograr trabajar en una fábrica de aviones, "ya sea en Airbus o Boeing, o una aerolínea como Lufthansa", expresó.

"Yo considero de que no hay imposibles, creo que si uno trabaja duro y sobre todo confía en Dios, él nos puede abrir las puertas adonde queramos. Mi meta, ya estando allá (en España y Alemania) estudiando la maestría es poder trabajar allá en el área relacionada a la aviación, seguir preparándome, seguir aprendiendo nuevos idiomas. Primero perfeccionar mi alemán y después me gustaría aprender francés y portugués, así como aprender y compartir experiencias con las personas de diferentes países que conoceré, los profesores, los otros alumnos", puntualizó.

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