Desde 2020 los presupuestos anuales de la Presidencia de la República y de los Ministerios de la Defensa y de Gobernación, han venido incrementándose exponencialmente, la diputada del FMLN, Anabel Belloso, estimó que sólo en Casa Presidencial el crecimiento del gasto ronda en más del 200%.
“Si uno hace la comparación de qué instituciones, qué carteras de Estado crecen más, las que crecen más del 200% es Casa Presidencial”, aseveró Belloso en la discusión que llevó a cabo la Asamblea el pasado miércoles para aprobar el gasto del Estado del próximo año.
Por más que los diputados de la bancada oficialista argumenten que las prioridades son Salud, Educación y Seguridad, lo cierto es que los datos y cifras del presupuesto para 2022 dan cuenta de otra realidad, expresó Belloso.
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Según la información en el Portal de Transparencia del Ministerio de Hacienda se observa que la Presidencia de la República obtuvo $93.6 millones para funcionamiento de 2020, en esa fecha Nayib Bukele ya era el presidente de la República.
Luego, en 2021 Casa Presidencial recibió $101.4 millones, es decir, $7.8 millones más, aunque en realidad el Ministerio de Hacienda había solicitado un monto mayor.
En esa ocasión la Asamblea haciendo uso de sus facultades para modificar los montos de las partidas presupuestarias hizo una reducción general al gasto de 2021 de $450 millones, de los cuales, $47.1 millones fue la disminución para el gasto de la Presidencia, otros $27 millones se le restaron al Ministerio de Hacienda y $27.6 millones al Ramo de la Defensa Nacional, entre otros cambios. Esto provocó el enojo de Bukele.
Ahora en 2022, y según el presupuesto publicado en el Portal de Transparencia de Hacienda, el gobierno destinó para la Presidencia de la República $155.9 millones, en comparación con este año, implica un aumento de $54.5 millones.
“Ahora esas son las prioridades del gobierno”, lamentó Belloso al referirse al incremento del gasto en partidas como el Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) y la Secretaría de Comunicaciones y de Prensa cuyos fondos están dentro de partidas correspondientes a la Presidencia de la República.
El Ministerio de la Defensa Nacional es otra de las carteras de Estado que refleja un incremento sustancial desde 2020. En ese año tuvo $171.9 millones para operar; luego en 2021 se le asignaron $247.9 millones, es decir, $76 millones más, y en 2022 pasará a disponer de $256.7 millones, equivalentes a $8.8 millones adicionales.
El presidente Bukele justifica que la Fuerza Armada está colaborando con la Policía en las tareas del Plan Control Territorial para eliminar a las pandillas o en el mejor de los casos minimizarlas, sin embargo, los homicidios si bien han bajado, el número de personas desaparecidas va en una escalada exponencial, así como los delitos comunes.
En el presupuesto del próximo año se ha proyectado incrementar el número de efectivos militares en más de 5,000; sin embargo, esta acción no es bien vista por la oposición política y por organizaciones sociales nacionales e internacionales que defienden los derechos humanos, quienes miran en este tipo de acciones una “peligrosa militarización” del país sumado a una actitud “dictatorial y autoritaria” del presidente Bukele.
Otra de las instituciones que también ha recibido un incremento nada despreciable en su gasto desde 2020, a pesar de no tener un papel tan protagónico como los Ministerios de Salud, Educación y Seguridad; es el Ministerio de Gobernación.
Esta institución ha pasado de tener $65.9 millones en 2020 a $191 millones en 2021 y en 2022 se le asignó $196.4 millones para funcionamiento. Si se toma en cuenta el incremento de los últimos tres años se observa que este ha sido de $130.5 millones.
Al respecto, la diputada Belloso valoró que no es posible que cuando ya no existe un decreto de emergencia derivado de la pandemia por Covid-19, el gobierno no haya liquidado el Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres (Fopromid), que fueron cerca de $600 millones que el gobierno aún no ha transparentado de como los usó para enfrentar la crisis sanitaria.
“No es posible que a estas alturas la población no conozca la liquidación del Fopromid, que ha sido usado como una partida secreta, por más que digan que no existe, el Fopromid lo han usado como partida secreta, aun cuando la ley ya no los habilita, porque el decreto de estado de emergencia venció hace mucho y aun así no ha sido liquidado”, cuestionó Belloso.
Fallas del presupuesto 2022
Tanto Belloso como la diputada Claudia Ortiz, del partido VAMOS, sacaron a relucir el miércoles pasado las deficiencias que tiene el gasto del próximo año, entre las principales es la subestimación de ingresos y la subestimación del gasto corriente.
Según Belloso, hay una sobrestimación de ingresos superior a los $500 millones, el cual ni implementando todas las medidas administrativas para mejorar la recaudación y evitar la elusión y la evasión fiscal son alcanzables desde la perspectiva del crecimiento que Hacienda ha considerado que será del 2.3% para 2022.
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“¿Qué pasará cuando no se logre esta recaudación planteada? van a quedar muchos salvadoreños sin recibir lo que por derecho les corresponde. Vamos a tener un Estado que no podrá cumplir con sus fines, ya que no ha logrado proyectar adecuadamente los ingresos y egresos que tendrá el próximo año”, lamentó Ortiz.
La diputada de VAMOS hizo un cálculo también de la deuda que se plantea adquirir para solventar la brecha fiscal del gasto, que el gobierno cifra en $498.4 millones, pero que en realidad se necesitan más de $1,200 millones, afirmó.
“De cada $100 presupuestados, $18 van para pagar deuda, a este gobierno parece no importarle, solo busca deuda de manera irresponsable”, criticó.
En cuanto a la subestimación de los gastos, Belloso apuntó que no consideraron $8 millones para el subsidio del gas licuado y hasta el miércoles buscaron un mecanismo para poder recaudar $23 millones para el subsidio del transporte público, consistente en imponer un impuesto a los importadores de gasolina y se han restado $43 millones para atención en unidades de salud. “El equilibrio presupuestario no se cumple”, razonó.