El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este lunes el recorte de ayuda para El Salvador, Guatemala y Honduras como una respuesta a la imposibilidad de los países centroamericanos de frenar a la caravana de migrantes hondureños que viaja ilegalmente hacia Estados Unidos.
Diversos políticos y diputados salvadoreños reaccionaron ante esta decisión, y valoraron los posibles escenarios a futuro luego de que el presidente Trump cumpla su advertencia de frenar la ayuda a los países centroamericanos.
René Portillo Cuadra, diputado de ARENA, aseguró que las familias salvadoreñas se verán más afectadas, puesto que es una medida que influirá en la ayuda que se recibe para proyectos sociales. Sin embargo, también consideró que la decisión de Trump es “un poco desproporcionada” porque los efectos serán percibidos por la población en general y no por el Gobierno.
“Creo que es una medida que va a golpear drásticamente la ayuda no reembolsable, es decir la cooperación para proyectos sociales (…) es una decisión que va a golpear a las familias más pobres y que reciben ese tipo de ayuda”, dijo Portillo Cuadra.
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Para el parlamentario tricolor, proyectos como Fomilenio II también tendrían que ser frenados porque son ejecutados con el presupuesto que Estados Unidos proporciona. Solo en el caso de este proyecto, más de 3 mil familias quedarían sin empleo.
Además, Portillo Cuadra no dudó en decir que esto es una consecuencia de la mala administración en política internacional que tiene el gobierno del FMLN.
“Se está cometiendo error tras error en el caso de la política internacional porque se está al lado de Venezuela, de Nicaragua. Se mantiene una actitud renuente ante la embajada de Estados Unidos y todo es parte de una mala sumatoria de la política internacional, esto le repercute en la población”, señaló.
Por otro lado, Roberto Lorenzana, secretario de Comunicaciones del gobierno de izquierda, declaró este lunes ante la prensa que la decisión de Trump se da en respuesta a la caravana de Honduras, pero que en este caso el país no podía hacer nada para evitar el ingreso de las personas porque solo se estaba cumpliendo con la ley.
Lorenzana aseguró que El Salvador no tiene ninguna relación con la organización del movimiento migrante, pero que se debe de tener en cuenta la injerencia que este podría tener en las elecciones de Estados Unidos.
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“Este movimiento no lo hemos organizado los salvadoreños, lo han organizado en Honduras. Este es un movimiento que va a tener relevancia en las elecciones de Estados Unidos porque hay que recordar que en las campañas electorales se discuten dos posiciones: la aprobación del muro con el presupuesto para construirlo y la otra las personas que consideran que no se debe de financiar el muro”, explicó.
Al contrario de Lorenzana, Portillo Cuadra cree que la caravana no tendrá ninguna incidencia en el panorama electoral de Estados Unidos, pero sí tiene interés en crear una mala fama para el gobierno norteamericano.
Por su parte, Margarita Escobar, diputada de ARENA, no cree que sea justo manipular a las personas y exponerlas a riesgos.
“Utilizar a la gente de carnada, aprovechándose de su pobreza es inaceptable y condenable bajo todos los términos posibles, no se pueden utilizar caravanas de migración de esta forma inescrupulosa y tan peligrosa”, dijo la diputada durante una entrevista televisiva.
Escobar enfatizó en el peligro que representa para las familias migrantes llegar a la frontera de México con Estados Unidos, teniendo en cuenta la declaración de emergencias que Trump ha decretado en las fronteras y el equipo de seguridad que ha sido distribuido.
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Partieron de Ciudad Hidalgo hacia la ciudad de Tapachula
Al respecto de la reducción de ayuda para El Salvador, Guillemo Gallegos, diputado de GANA, dijo que era una acción lamentable y que espera que el gobierno estadounidense reconsidere su postura porque legalmente en El Salvador no podían impedir la entrada de los migrantes hondureños.
“Lamento la decisión porque nos afecta como país, hemos hecho todos los esfuerzos, pero legalmente la persona que tiene la documentación puede entrar al país. Ahora solo queda ver a qué programas le recortarán (la ayuda) y ojalá el presidente reconsidere la postura”, dijo Gallegos.
Similar opinión tiene Antonio Almendáriz, diputado del PCN, quien aseguró que es una situación difícil y es como estar “con manos atadas” porque de forma legal no había ningún impedimento para evitar que los hondureños ingresaran al país, ya que no se puede negar el acceso a las personas que cumplen con los requisitos migratorios.
También calificó la decisión de “preocupante” porque la reducción de ayuda podría afectar en el área de seguridad pública.
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Sus números aumentaron a unas 5.000 personas durante la noche y, con la primera luz, salieron del paso fronterizo de Ciudad Hidalgo (México) para una jornada a pie de unos 40 kilómetros hasta Tapachula, donde pernoctarán.
“Estamos preocupados por la amenaza del presidente Trump. Nos puede afectar de miles de formas porque son millones los que manda Estados Unidos para diferentes programas, preocupa más en el aspecto de ayuda pública, seguridad”, manifestó Almendáriz.
Mientras que Rodolfo Parker, diputado del PDC, confía en un cambio de postura del gobierno de Estados Unidos, pero para ello cree necesario que desde El Salvador se empiece a trabajar por resolver problemas estructurales como el desempleo, pues es la única forma en la que se puede evitar la migración de salvadoreños.
“No todas las cosas son tan simples, aquí el gobierno de Estados Unidos observa lo que nosotros estamos haciendo. La dirección correcta es la generación de trabajo y creo que al observar esto la posición de la administración norteamericana no puede ser tan crítica y absoluta”, explicó.
El director del Instituto Salvadoreño del Migrante (INSAMI), César Ríos, pidió este lunes al gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén declarar una “emergencia nacional” para evitar la formación de una caravana de migrantes similar a la de miles de hondureños que buscan llegar a Estados Unidos.