Hallan cuerpo de Erick, niño de tres años que estaba desaparecido en Quezaltepeque

El pequeño desapareció de forma misteriosa de casa de sus abuelos en zona de El Jabalí. Las autoridades aún no pueden determinar la forma en que pudo haber sido asesinado porque el cadáver estaba putrefacto.

Por Jonathan Tobías - David Marroquín

2020-07-15 2:53:16

Cuatro días después de reportarlo como desaparecido, Erick G., de 3 años, fue hallado muerto, el miércoles al mediodía, en el sector conocido como La Lava, comunidad La Meca, en las cercanías del autódromo El Jabalí, en Quezaltepeque, La Libertad.

El niño desapareció la tarde del sábado pasado, cuando estaba en la casa del abuelo paterno. De hecho, el cuerpo fue hallado como a unos 30 metros de la casa de su familiar. Estaba sin ropa, la cual fue encontrada aproximadamente a 20 metros del cadáver.

“Aparentemente se observa desnudo y la ropa que describen sus familiares es la misma que se encuentra en el lugar”, dijo el inspector jefe de la Policía, José Rodríguez. Erick vestía una camisa café y un pantalón azul oscuro, según la familia.

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Por las condiciones de descomposición del cuerpo, los forenses suponen que el niño tenía cuatro días de haber muerto. Eso significa que pudo haber sido asesinado el mismo día que desapareció, según fuentes fiscales.

“No se escuchó nada, ningún llanto, ningún grito”, relata Jonathan García, quien no logra explicar cómo ocurrió la misteriosa desaparición de Erick, su hijo de tres años. El padre vive en el cantón Chanmico, en el municipio de San Juan Opico, La Libertad.

 

“Un lugareño de acá que observó el movimiento de las aves de rapiña y cuando vio que donde se ubicaba en un lugar especifico, vino a ver y ubicó el cadáver del niño”, dijo el inspector Rodríguez.

Las autoridades policiales suponen que el cuerpo del menor fue llevado al sitio donde fue encontrado, porque sus pies no tienen señales de que él caminara solo en el terreno cubierto de piedra volcánica.

El inspector jefe Rodríguez informó que al cadáver del menor no se le pudo observar ningún tipo de lesión porque, además de que estaba en estado de descomposición, las aves de rapiña habían devorado parte del mismo.

Los padres de Erick compartieron con este medio una foto de parte de la vestimenta del niño. Foto Cortesía

El Fiscal General, Raúl Melara, confirmó a través de su cuenta de Twitter que el cuerpo encontrado corresponde a Erick G. “Estas noticias nos desgarran el alma, pero nos obligan a hacer más. Prometo que no descansaremos hasta esclarecer su muerte”, escribió Melara.

Jonathan, padre del niño, dijo que sospecha de su abuelo y dos primas, aunque aseguró que nunca ha tenido problema con ellos.

“Yo sospecho de toda mi familia, toda la que estuvo aquí, a mí no me dieron reporte de cómo él se perdió. A mí me dijeron que se perdió el niño, pero no me dijeron exactamente cómo se perdió, no escucharon nada, no oyeron absolutamente ni un grito de él”, señaló Jonathan.

Residentes de la comunidad La Meca están consternados por la muerte de Erick. Ellos aseguraron que es primera vez que un niño se desaparece y días después aparece muerto en la referida comunidad.

Nadie escuchó gritos

“No se escuchó nada, ningún llanto, ningún grito”, relata Jonathan G., quien no consigue explicarse cómo ocurrió la desaparición de Erick.

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El progenitor, de 24 años, vive en el cantón Chanmico, en San Juan Opico, La Libertad. Él es padre soltero y toda su vida ha sido agricultor, así es como sostiene a su hijo, que a causa de su trabajo, siempre quedaba al cuidado de su prima.

“Con los trabajitos que me salen es como mantengo a mi hijo”, dijo Jonathan. El sábado pasado, Idalia, prima de Jonathan, decidió llevar al pequeño a casa de sus abuelos, en el caserío El Milagro, cantón Primavera, de Quezaltepeque.

Jonathan relató que fue justo a las 12 del mediodía, en medio de los preparativos para que todos comieran juntos, cuando Idalia y los abuelos de Erick se percataron de que el niño no se encontraba en la casa. “¡Dónde está mi niño!”, fueron las palabras de desesperación, recuerda la prima de Erick.

“Mi prima no para de llorar. Nadie sabe lo que pasó”, dice Jonathan.

Cuando la desaparición de Erick ocurrió, su padre estaba en su jornada de fumigación en el casco urbano de San Juan Opico. Él no posee un teléfono celular por lo cual hubo que ir a buscarlo para informarle de lo sucedido. “Sentí que se me vino el mundo encima. Mi hijo es todo para mí”, expresó.

Desde aquel momento en que le avisaron de que su hijo había desaparecido Jonathan comenzó a buscarlo por todo la zona, casa por casa. Vecinos y amigos se unieron a la búsqueda ese sábado. “¿No han visto a mi niño?, le preguntaba Jonathan a todos sus conocidas.

“Alguien conocido se llevó a mi hijo… Yo lo único que espero es encontrar a mi hijo con bien”, afirmaba Jonathan antes de que su pequeño hijo fuera encontrado sin vida entre la piedra volcánica.