Cuatro días después de reportarlo como desaparecido, Erick G., de 3 años, fue hallado muerto, el miércoles al mediodía, en el sector conocido como La Lava, comunidad La Meca, en las cercanías del autódromo El Jabalí, en Quezaltepeque, La Libertad.
El niño desapareció la tarde del sábado pasado, cuando estaba en la casa del abuelo paterno. De hecho, el cuerpo fue hallado como a unos 30 metros de la casa de su familiar. Estaba sin ropa, la cual fue encontrada aproximadamente a 20 metros del cadáver.
“Aparentemente se observa desnudo y la ropa que describen sus familiares es la misma que se encuentra en el lugar”, dijo el inspector jefe de la Policía, José Rodríguez. Erick vestía una camisa café y un pantalón azul oscuro, según la familia.
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Por las condiciones de descomposición del cuerpo, los forenses suponen que el niño tenía cuatro días de haber muerto. Eso significa que pudo haber sido asesinado el mismo día que desapareció, según fuentes fiscales.
“No se escuchó nada, ningún llanto, ningún grito”, relata Jonathan García, quien no logra explicar cómo ocurrió la misteriosa desaparición de Erick, su hijo de tres años. El padre vive en el cantón Chanmico, en el municipio de San Juan Opico, La Libertad.
“Un lugareño de acá que observó el movimiento de las aves de rapiña y cuando vio que donde se ubicaba en un lugar especifico, vino a ver y ubicó el cadáver del niño”, dijo el inspector Rodríguez.
Las autoridades policiales suponen que el cuerpo del menor fue llevado al sitio donde fue encontrado, porque sus pies no tienen señales de que él caminara solo en el terreno cubierto de piedra volcánica.
El inspector jefe Rodríguez informó que al cadáver del menor no se le pudo observar ningún tipo de lesión porque, además de que estaba en estado de descomposición, las aves de rapiña habían devorado parte del mismo.