Policía que raptó a Carla Ayala: “de ella me voy a deshacer”

La noche de este jueves se reconstruyó la escena de la desaparición de la agente

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La segunda reconstrucción que se realizaría anoche se suspendió por un partido de fútbol en el estadio Cuscatlán. Archivo

Por Diana Escalante

2018-03-23 6:28:18

Los cuatro agentes del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) procesados porque habrían permitido que su colega, Juan Josué Castillo, raptara a la policía Carla Mayarí Ayala, el 29 de diciembre pasado, tras asistir a una fiesta, aseguraron que no pudieron brindarle ayuda a ella ni detenerlo a él porque estaba armado y los amenazó.

En eso se resume la declaración que brindaron la noche del jueves y la madrugada de hoy, durante una reconstrucción de la escena, la cual fue ordenada por el Juzgado Sexto de Instrucción de San Salvador, Roberto Arévalo Ortuño.

Según el abogado Luis Servellón, los agentes Ovidio Pacheco y Wilfredo Deras relataron que a medianoche, tras haber participado en la fiesta de Fin de Año de la Unidad, fueron delegados junto con Castillo, para que fueran a dejar a la agente hasta su casa, en Apopa.

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La jefa fiscal de la Unidad Antipandillas, Guadalupe de Ecehverría, y el juez Sexto de Instrucción, Roberto Arévalo Ortuño reconstruyeron la escena de desaparición de la agente Carla Ayala. Esta se realizó en la base del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) y en las cercanías del redondel conocido como Árbol de la Paz.

Los cuatro policías salieron del GRP en una patrulla: los dos imputados iban en los asientos delanteros y en los de atrás viajaban Ayala y Castillo.

Deras y Pacheco relataron que tomaron la ruta del Bulevar Constitución, para luego dirigirse hacia el redondel Integración.

Todos llevaban una plática normal, pero en cuestión de minutos eso cambió, sostuvo el defensor.

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Los policías declararon que cuando circulaban cerca del semáforo de la residencial La Gloria, en Mejicanos, Castillo recibió un mensaje en su celular que lo hizo enojar. No supieron quién era el remitente ni qué decía.

“Eso quería esta perra”, es lo único que le oyeron exclamar y de inmediato se escuchó un disparo.

Los imputados argumentaron que por ir sentados adelante no lograron ver a dónde llevaba la lesión Ayala o si estaba muerta, por lo que decidieron retornar a la base del GRP para reportar el hecho a sus superiores.

En el trayecto Castillo les habría pedido que le ayudaran a deshacerse de la agente. Sus colegas le insistían en que era mejor llegar a la sede policial, pero él les habría dicho: “No, de ella me voy a deshacer”.

“Dentro de la relación que ellos cuentan entiendo que venían amenazados. Estaba armado, los amedrentaba y les tocaba los hombros. Les decía seguí, seguí y en algún momento les decía: ‘aquí podemos deshacernos o aquí no porque hay muchos vehículos’…Nunca tuvo la intención de llevarla a un hospital”, dijo Servellón.

Cuando el grupo finalmente llegó a la base del GRP, Deras y Pacheco bajaron de la patrulla pero las llaves del vehículo quedaron puestas. En ese momento el agente Castillo aprovechó para escapar con Ayala.

Ninguno de sus compañeros lo detuvieron.

Desde entonces se desconoce el paradero de la policía, quien estaba destacada en la Unidad de Disciplinaria de Apopa. Mientras que Castillo está prófugo y la Policía ofrece una recompensa de $5 mil a quien ayude a localizarlo.

En la reconstrucción de la escena también rindieron su declaración los agentes Juan Linares Flores y José Pérez Pineda, quienes el día en que ocurrieron los hechos estaban de comandantes de guardia.

Ellos, al igual que Deras y Pacheco, enfretan un proceso judicial por el delito de incumplimiento de deberes.

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Mientras que José Atilio Jiménez Quintanilla y Joel Isaac Castillo Arévalo, parientes del policía prófugo, atendieron el citatorio pero se negaron a declarar. Ambos están acusados por encubrimiento.

La reconstrucción de la escena primero se llevó a cabo entre las 9:00 p.m. y 11:00 p.m. en un inmueble donde funcionaba el GRP, en la residencial San Fernando, de la colonia Loma Linda, al sur de la capital.

Luego continuó en la zona del semáforo de la residencial La Gloria, en Mejicanos, y se extendió hasta las 2:30 a.m.

El juez decidió suspender la diligencia y dijo que en los próximos días se llevará a cabo la segunda parte de las averiguaciones