Policía asesinado en Santa Ana tenía discapacidad física

El agente Noé Francisco Ascencio, quien usaba baston para movilizarse, fue atacado a balazos cuando salía de un culto religioso.

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Agente de la Policía Noé Francisco Ascencio. Foto/ Cortesía

Por Jonathan Henríquez/David Marroquín

2018-11-28 6:34:25

El agente de la Policía Noé Francisco Ascencio, quien fue asesinado la noche del martes pasado, padecía de discapacidad física en sus rodillas lo cual lo obligada a movilizarse con bastón.

A pesar de su discapacidad, Ascencio fue atacado a balazos por dos hombres con apariencia de pandilleros cuando recién salía de una iglesia evangélica donde se congregaba en Santa Ana.

Horas después del asesinato, las autoridades policiales arrestaron a 14 supuestos miembros de la mara Salvatrucha (MS), en vías de investigación, para establecer si alguno de ellos participó en el homicidio registrado en el cantón Las Aradas del referido municipio.

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Quedó gravemente herido y fue llevado al hospital donde murió antes de llegar.

El segundo jefe de la delegación de Policía en Santa Ana, Francisco Arévalo Mata, explicó que “el compañero se encontraba en una situación vulnerable, sin embargo, fue lamentablemente asesinado”.

Un agente del PPI que lo acompañaba sufrió heridas, pero pudo llegar hasta su casa, dijo el jefe de la Policía en Santa Ana, subcomisionado Hugo Adiel Bonilla, quien agregó que “ninguno de los dos agentes portaba su arma de equipo, ya que siempre la dejaban cuando asistían a la iglesia”.

Aseguró que “en los últimas meses han estado llegando sujetos con apariencia de pandilleros que no son del sector, por lo que creemos que los que asesinaron al agente no pertenecen a la zona, pero sí son miembros de estructura criminal”, afirmó Bonilla.

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El inspector Arévalo Mata dijo que “el compañero Ascencio se desempeñaba en labores administrativas porque padecía de artritis degenerativa y eso le impedía realizar labores operativas”.

“Nos indica que él fue asesinado por pertenecer a la Policía, habría que establecer otros vínculos que van saliendo con las pandillas y con rencillas que pudo haberse dado en el lugar donde vivía”, dijo Arévalo.