Herbert, el agente asesinado por supuestos pandilleros a quien la Policía no despidió

Herbert Manfredo Soto Flores fue asesinado el jueves en el municipio de El Tránsito, San Miguel. El agente vivía en una zona asediada por la Mara Salvatrucha.

El agente Herbert Manfredo Soto Flores, de 35 años, fue asesinado el pasado jueves en el municipio de El Tránsito, en San Miguel.

Por Lissete Lemus

2019-04-27 8:30:39

Herbert Manfredo Soto Flores, de 35 años, vivió los últimos años con el miedo de morir de un momento a otro. Se lo decía constantemente a su madre. Ambos vivían en el municipio de El Tránsito, San Miguel, donde el fue asesinado.

Herbert era agente de la Policía Nacional Civil (PNC) y estaba destacado en la Sección de Servicios Extraordinarios de Usulután (Bartolinas) a unos 10 kilómetros de lugar donde residía. El agente vivía en una zona asediada por la Mara Salvatrucha.

El temor del agente se concretó el jueves por la noche cuando fue atacado por sujetos armados, mientras departía bebidas alcohólicas en un establecimiento en el centro del municipio.

Soto era abogado y notario de profesión, pero el deseo de servir en la seguridad pública era una vocación heredada de familia y es que varios de ellos han sido militares y policías.

Es por eso que, aunque Soto Flores intentó ingresar al nivel superior de la PNC, sin lograrlo, se conformó con servir desde el nivel básico.

Despedida

En ausencia de las autoridades policiales, familiares y amigos despidieron a Hebert con una misa de cuerpo presente en la sencilla iglesia El Calvario, en el municipio El Tránsito.

“Dios lo ha llamado a su presencia, no de la forma en que quisiéramos. Los hermanos que trabajan en la seguridad lo único que buscan es que vivamos en Paz”, recordó el padre Luis Ulloa, párroco que había llegado desde San Miguel para oficiar la misa.

Sus seres queridos y amigos que viven fuera del país pudieron observar los actos fúnebres a través de un Facebook Live realizada por Isabel Martínez, de 57 años.

Posteriormente, entre cantos y escoltados por una patrulla los restos fueron trasladados hasta el cementerio general del municipio donde fue sepultado.

Pero antes el cortejo fúnebre pasó frente a la Subdelegación policial y frente a la casa del agente, donde desde su silla de ruedas Marta Rivas, de 93 años, observó el paso del ataúd de su nieto.

Galería de Imágenes

Abuela observa el paso del funeral de su nieto policía desde su silla de rueda

En ausencia de las autoridades policiales, familiares y amigos despidieron a Hebert con una misa de cuerpo presente en la sencilla iglesia El Calvario, en el municipio El Tránsito. “Dios lo ha llamado a su presencia, no de la forma en que quisiéramos.”, recordó el padre Luis Ulloa

En el funeral el agente Soto Flores no recibió honores, solo una bandera que sus compañeros llevaron para entregar a la madre.

Herbert, que deja tres hijos en la orfandad, es una víctima más de varias personas que han sido asesinadas en las últimas semanas en ese municipio oriental.

Algunos residentes aprovecharon para pedir que las autoridades competentes aumenten el número de policías y militares en la zona debido a la zozobra que viven a causa de la criminalidad.