Alrededor de 1,200 candelillas de mangle fueron sembradas en el área afectada por la deforestación en el estero El Encantado, cantón Las Tunas del municipio de Conchagua, en La Unión.
La siembra es parte del proyecto denominado Restauración del manglar con acciones sostenibles de los recursos naturales y la rehabilitación del flujo hídrico en 5 kilómetros de manglares en las comunidades costeras de los esteros de las playas Las Tunas y el Tamarindo en Conchagua y El Icacal, en Intipucá.
El proyecto es financiado y ejecutado por El Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES), y la fundación Campo, con el apoyo de la asociación de desarrollo comunal Franja del Pacífico.
Santos Quinteros, presidente de la directiva, dijo que la cantidad de candelillas se sembraron en un área de una manzana de terreno del estero, donde participaron ocho personas, siete de la comunidad y un biólogo del Fiaes.
Quinteros indicó que la jornada del cultivo de candelilla es un esfuerzo para tratar de recuperar toda la zona afectada por la tala ilegal del mangle que sufre los esteros de Conchagua.
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“Se empezó en el área más talada, donde el manglar está a punto de desaparecer, tendremos otras actividades de limpieza y más reforestación del estero El Encantado”, agregó el líder comunal.
El pasado 18 de agosto, los técnicos de la fundación Campo y del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) y miembros de la Adesco de la comunidad hicieron un recorrido por los manglares de Las Tunas, encontrando bastantes áreas taladas y personas usando motosierras para talar los palos del mangle.
El mangle que se encuentra en la zona son el botoncillo, madresal y mangle rojo; todas las plantaciones grandes son afectadas por la tala que ejercen las personas de las comunidades y de otras zonas aledañas.
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