Pobladores de Coatepeque y El Congo pagan a pandilleros hasta $30 por transitar en algunas calles

En algunas colonias de Santa Tecla, los habitantes se quejan de que las maras les cobran el doble de la cuota por mes por parquear su carro frente a su casa. En diciembre, les han fijado un aguinaldo de $35 por familia.

descripción de la imagen
Residentes de Santa Tecla se quejan de que los pandilleros, les están cobrando $35 de aguinaldo para parquearse frente a sus residencias. FOTO ILUSTRACIÓN.

Por Equipo de sucesos

2019-12-20 9:05:44

Lo normal para un poblador de Coatepeque o de El Congo, en Santa Ana, o de San Isidro en Izalco, sería que tras llegar de trabajar se bajara del bus que lo lleva de su trabajo y pudiera caminar libremente. Pero la realidad no es esa. Estas personas deben pagar entre 10.00 y 15.00 dólares por mes para poder transitar en estos lugares (en las zonas rurales) ya que es el “peaje” que los pandilleros les exigen para “darles seguridad” o para no atentar contra sus vidas.

Y el colmo es que a los obreros, trabajadoras de maquilas, vendedores, jornaleros y otros que tienen algún empleo en el que ganan salario mínimo, les han exigido pago doble, hasta $30 como cuota de extorsión y el “aguinaldo”.

Pobladores de estos lugares que aparentemente son seguros y donde la Policía está cercana, lamentan que deban pagar para poder caminar y vivir en los sitios donde nacieron o se establecieron con sus familias. Manuel, nombre ficticio, espera que la Policía Rural sirva para eliminar este tipo de delitos que cometen jóvenes pandilleros, a diario.

Vecinos de colonias tecleñas denuncias que mareros piden “aguinaldo” por usar parqueo

Vecinos de algunas colonias de Santa Tecla y de Soyapango han denunciado a través de redes sociales que pandilleros, que controlan los parqueos comunes, les exigieron pago de “aguinaldo” para tener derecho a estacionar en los lugares que siempre han utilizado en sus sitios de residencia.

Estela (nombre ficticio), quien habita una colonia en el poniente de Santa Tecla, posteó recientemente, que “los muchachos” están pidiendo 35 dólares como cuota de extorsión.

Los controles de parqueos en diferentes colonias, así como el servicio de agua potable en lugares donde hay pozos es una de las formas en que los pandilleros ejercen su control y amenaza sobre vecinos de diversos poblados o colonias.

Una de las formas de controlar el flujo del dinero es obligando a vecinos a reunir el dinero de los vecinos y así evitan que la Policía pueda controlarlos. Los vecinos tecleños piden a las autoridades ejercer un real trabajo de inteligencia para desbaratar a esos grupos criminales que imponen su ley a base de amenazas y de chantajes.

Un adulto y un menor capturados cuando cobraban extorsión

Un adulto y un menor fueron detenidos en el Centro Histórico de San Salvador el 29 de noviembre cuando recogían el dinero que las víctimas pagaban por ese flagelo. La Policía identificó al adulto detenido en ese procedimiento como Wimer Alfredo Mancía, de 37 años, las investigaciones de las autoridades lo vinculan como el principal recolector del dinero exigido bajo amenazas de muerte por una clica o grupo de pandillas a comerciantes del centro capitalino. Entre tanto el menor, de 15 años, era colaborador de pandilla que tenía como misión recoger el efectivo que las víctimas entregaban en sus puestos. Tras su captura, la Policía afirmó que varios de los integrantes de la clica a la que pertenecía Wimer Alfredo y el menor fueron detenidos en un operativo antiextorsiones.

También la Policía detuvo a 20 pandilleros en los condominios Saavedra en el centro capitalino el 11 de diciembre, a uno de los detenidos se le incautó $100 que no logró justificar su obtención. La Policía afirmó que los arrestados extorsionaban a comerciantes a quienes exigían entre $8 y $20 semanales.

Fiscalía y Policía aseguran que la mejor manera de combatir a los extorsionistas es denunciándolos, sin embargo, las amenazas y el terror que estas estructuras siembran impide que las víctimas den ese paso, además, varios aseguran que no quieren correr el riesgo, de que el mismo policía que les recibe la denuncia los entregue ante los extorsionistas. Sin embargo, cuando los ofendidos se arman de valor, las investigaciones son efectivas en un 95%.