Hallan explosivo C4 y granadas de uso exclusivo de la Fuerza Armada

El lugar donde las encontraron es controlado territorialmente por la Mara Salvatrucha (MS-13), misma organización terrorista a lo que pertenecen dos pandilleros que el Gobierno salvadoreño no quiere extraditar a Estados Unidos.

descripción de la imagen
Granadas y explosivo C4 de uso exclusivo de la Fuerza Armada, decomisado en territorio controlado por la MS-13. Foto: Cortesía PNC

Por Jorge Beltrán Luna

2021-11-12 10:30:57

La Policía Nacional Civil (PNC) reportó la mañana de este viernes el hallazgo de dos barras de explosivo C-4 y ocho granadas ofensivas (de ataque) del tipo M-67, estas últimas son de fabricación norteamericana, según la misma policía.

Tanto el C4 como las granadas son de uso exclusivo de la Fuerza Armada de El Salvador, afirmaron fuentes militares a El Diario de Hoy.

Los explosivos fueron encontrados en el caserío El Jordán del cantón El Ranchador, municipio de Santa Ana, un sector bajo estricto control de la Mara Salvatrucha (MS-13), misma organización terrorista a la que pertenece Armando Eliú Melgar Díaz, alias “Blue de Gangster”, uno de los dos cabecilla que el actual Gobierno salvadoreño no quiere extraditar hacia Estados Unidos.

Podría interesarle: Cabecilla de la MS-13 beneficiado con la tregua andaba libre

De acuerdo con fuentes policiales, es la clica Stoner Locos Salvatruchas, la que controla el cantón El Ranchador, considerado un bastión de esa agrupación criminal.

La PNC informó, además, que los explosivos fueron encontrados en un inmueble donde había miembros de pandillas, quienes al ver la presencia de las autoridades, huyeron y dejaron abandonados las granadas y el C4.

Granadas M-67 y C4 robados por militares

Entre 2010 y 2011, varios militares activos, entre éstos un mayor, varios sargentos y soldados, robaron cientos de granadas M-67 y otros artefactos explosivos, propiedad de la Fuerza Armada.

Se las robaron, supuestamente, simulando que las trasladaban a un inmueble de la institución castrense en el municipio de Tapalhuaca, donde serían destruidas por estar inservibles.

Sin embargo, pese a las confesiones de varios militares implicados, en el 2013 fueron declarados inocentes por un juzgado militar.

A finales de enero de 2010, Héctor Antonio Martínez Guillén, un capitán del Ejército, destacado en una unidad élite, vendió 20 libras de C4, dos granadas M-67, que había extraído de los arsenales de la guarnición militar donde estaba asignado.

Este oficial fue condenado a 45 años de prisión en Estados Unidos por tráfico de drogas y armas, pues la entrega de las 20 libras de C4 y los demás explosivos eran parte ya de una investigación que autoridades estadounidenses hilvanaba contra el oficial salvadoreño.