El Partido Demócrata Cristiano está impulsando rostros nuevos como candidatos para diputados, hace unos días fue la abogada Sulen Ayala y luego el ambientalista Juan Marco Álvarez Gallardo.
El Diario de Hoy habló con Vanessa Calderón, una joven graduada en Ciencias Políticas de Columbus State University, con un postgrado en Educación de la Universidad Don Bosco; además está certificada como coaching en Neurofitnes y Bienestar.
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¿Por qué Vanessa quiere ser diputada?
Una de las cosas que más me mueve para ser diputada y que me llevaron para tomar la decisión de aceptar el voto de confianza por parte de la Democracia Cristiana, es porque me dedico a la parte de transformación humana, y una de las cosas que nosotros trabajamos en la transformación humana es que cuando uno de la palabra pasa a la acción, al final es cuando podemos evidenciar esas transformaciones.
Cuando uno trabaja en la parte de la rama educativa, que yo vengo también desarrollando, uno evidencia que el estudiante ha adquirido sus conocimientos cuando tiene ya su prueba, para saber si de verdad ha adquirido todos los conocimientos por los que se ha esforzado.
Entonces, en este sentido, ¿qué es lo que me lleva a mi a la política? es el hecho de ver demasiado papel y ver poca acción, es ver demasiada agenda política con temas muy interesantes pero ver poco progreso.
¿Qué tiene tu perfil que puede servir en una legislatura?
Mi perfil tiene el humanismo como centro, no solamente desde la parte educativa, sino como coach de vida. Yo trabajo en el ser humano. Creo firmemente que la visión humanista integral de tener al ser humano como el centro, el principio y el fin de las políticas públicas, del propósito del gobierno, es lo que permite que hayan transformaciones poderosas en los países.
En ese sentido, vengo de trabajar a nivel territorial en proyectos de ayuda social, no solamente a través de empresa familiar que se dedica a la consultoría, sino también desde la parte de la filantropía mía y personal. Siempre he estado involucrada desde muy joven en el territorio, en el trabajo de campo, conozco las necesidades de las personas de primera mano, que están muchos en la parte rural.
Entonces al final es una visión integral, que puedo decir que como profesional puedo trabajar para la construcción de políticas públicas que busquen un desarrollo, una transformación integral del ser humano.
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¿Por qué con el partido PDC y no ARENA, FMLN, Nuevas Ideas o Vamos?
En la Democracia Cristiana me siento muy cómoda por este concepto de humanismo integral, pero más que todo porque Alemania ha tenido mucho que ver en mi formación, no solamente educativa y profesional, sino a nivel personal. Y la plataforma internacional que tiene la Democracia Cristiana a nivel mundial, respaldada con tanques de pensamiento, junto con la fundación Konrad Adenauer, y en general, ese aparato tan grande, que es como una plataforma política de incidencia, y por otro, creo que los valores de la participación ciudadana, de la libertad y justicia social que promueven.
Y también por el hecho que los valores y principios cristianos que a mí me representan también a me permiten tener un norte y sentirme muy cómoda siendo yo, obviamente ahí entran otros temas de agenda que otros espacios políticos partidarios tienen que yo no comparto, y definitivamente que la Democracia Cristiana en general engloba para mí ese vehículo de influencia política partidaria que me permite sentir congruencia con lo que soy, con lo que siento y hago.
¿Cuál es tu preparación académica?
Estudié gracias a una beca de liderazgo de servicio en Estados Unidos, donde saqué una licenciatura, y mientras estuve viviendo allá, cursé materias en China Continental y luego de eso decidí especializarme en educación; y gracias a una beca del gobierno alemán, puede especializarme en educación en Alemania y también aquí en la Universidad Don Bosco.
Y luego, cuando identifique que dentro de la especialización de la educación quería adquirir otras herramientas que me permitieran estar de una manera mucho más impactante, mucha más poderoso, acompañando a los estudiantes en su desarrollo educativo, la parte del coaching la desarrollo con la Academia Interamericana de Coaching en México, y de ahí se han derivado otro tipo de especializaciones.
En la parte de idiomas tengo una historia muy bonita: mis papás. Mi mamá es venezolana, nacionalizada salvadoreña ya, y mi papá es salvadoreño, tecleño, son unas de las cosas que me invitan a participar en la candidatura por el departamento de La Libertad; ellos se conocen estudiando en Alemania, para ellos el idioma alemán, la cultura, lo que aprendieron siempre me lo inculcaron. Desde pequeña crecí con el idioma alemán a la par del español, y en el colegio que aprendí el inglés.
¿Cuáles serán tus ejes en los que piensas trabajar?
He identificado tres ejes: primero que nada la educación transformadora. El segundo, el desarrollo de economías creativas para jóvenes y mujeres, la parte de emprendedurismo hoy más que nunca es necesaria pero de una manera de competitividad, no solamente a nivel nacional sino global, creo que el salvadoreño tiene mucho. Creo que el tema de desarrollo y del impulso de una economía transformadora y economía creativa serían mi segundo eje.
Y el tercero es el desarrollo y liderazgo ciudadano para la participación política, porque creo que al final de ahí partimos, si no hay liderazgo a través de personas y no se desarrolla, no podemos llegar a ningún lugar.