El fusil M-16 que les fue decomisado a los cuatro supuestos pandilleros que son considerados como los principales sospechosos del plagio y asesinato de los cinco miembros de la familia Pimentel, pertenece a la Policía Nacional Civil (PNC), según un informe del Departamento de Registro y Control de Armas de Fuego del Ministerio de Defensa.
En el documento, con fecha del 22 de enero pasado, el jefe del referido departamento hace constar que, según la base de datos que administra, “el fusil marca Colt, calibre 5.56 x 45 mm, modelo M4 Comando, serie A0223564, pertenece a los inventarios de la Policía Nacional Civil”.
Agrega, según el informe, que el fusil “no tiene reporte de robo, hurto o extravío”.
El subdirector de la Policía, comisionado César Flores Murillo, confirmó que el fusil es de la PNC, pero que fue reportado como hurtado hace más de un año.
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Según el jefe policial, el arma estaba asignada a un oficial de la Policía y que hay una investigación relacionada al hurto de la misma.
Esta arma larga les fue decomisada a los cuatro principales sospechosos del plagio y asesinato de los cinco parientes del preparador físico del Sonsonate F.C., Omar Pimentel, un día después de su desaparición en cantón El Canelo, al norte de Nahuizalco, Sonsonate.
Las detenciones de los supuestos pandilleros ocurrieron un día después, 17 de enero pasado, de haber raptado a las cinco víctimas.
Ellos son: Ronald Isaías Valencia Aguilar, de 21 años y segundo cabecilla de la pandilla MS en Nahuizalco; Carlos Eduardo Cerna López, de 18; William Faradi Martínez Ramos, de 32; y Yeny Isaura Mendoza González, de 27. Ellos iban en el vehículo placas P-168-431 en la carretera Sonsonate-Santa Ana, conocida como vía Los Naranjos.
El conductor del automóvil, al detectar que una patrulla policial les daba seguimiento, comenzó a acelerar. Sin embargo, los policías lograron darle alcance e interceptaron el carro. Al realizar un registro en el vehículo, los policías hallaron el fusil calibre 5.56 mm, un porta fusil y dos celulares.
Desde ese momento, las autoridades policiales comenzaron a sospechar de que los cuatro supuestos pandilleros habían participado junto a otros seis en el rapto de los integrantes de la familia Pimentel.
A Valencia Aguilar se le atribuye ser el autor intelectual y participante directo del rapto y asesinato de las cinco personas.
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Cerna López y Martínez Ramos también participaron directamente en los crímenes. Mendoza González estuvo en el lugar de los asesinatos, pero no participó en los mismos, según la Policía.
Notificados del delito homicidio
En un primer momento, a los cuatro detenidos los acusaron ante los tribunales de justicia de organizaciones terroristas y de portar armamento de guerra, por lo que los mandaron al centro penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, La Paz, conocido como Zacatraz. Ahí fue donde les notificaron de las acusaciones por los asesinatos de las cinco personas.
Valencia Aguilar era también reclamado por el Juzgado Segundo de Instrucción de Sonsonate por intento de homicidio. Además, la Policía lo vincula con el crimen de un custodio del centro penal de Izalco, Sonsonate, ocurrido el año pasado.
La Policía le atribuye también ser el responsable de amenazar a policías y militares que residen en la zona de Los Arenales, Nahuizalco.
Siete días después del rapto de la familia Pimentel, la Policía capturó a Betsy Segura Cardona de 56 años y Felipe Lue Flores, de 56; quienes residían en el lugar donde hallaron el carro de las víctimas. A ellos los detuvieron porque en ningún momento reportaron el auto.
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También negaron tener comunicación con los pandilleros de la zona, pero las investigaciones determinaron que sí se comunicaron con los mareros, según la Policía.