Pandilleros asesinaron a sargento de la Policía frente a sus pequeños hijos en Ahuachapán

El sargento de la Cruz gozaba de sus vacaciones cuando fue asesinado. Aprovechaba su tiempo libre para ir a trabajar en la construcción de la iglesia donde asistía junto con su familia desde hace tres años.

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Foto/ Menly Cortez

Por David Marroquin

2019-04-30 5:05:13

Juan José de la Cruz Escobar, un veterano policía, recién había salido de la iglesia evangélica donde se congregaba, situada en la colonia Las Palmeras de Tacuba, Ahuachapán.

Él cargaba entre sus brazos a su hijo de dos años. También le acompañaban su otra hija de cinco años y su esposa.

A la salida del pasaje donde se encuentra el templo fue interceptado por tres pandilleros con pistolas. Su primera reacción fue bajar a su hijo y dárselo a su esposa. Enseguida les suplicó a los pandilleros que le fueran a dañar a su familia.

Los criminales apartaron a su familia y le dispararon en varias ocasiones.

“A los criminales no les importó que el sargento de la Cruz fuera con sus hijos y su esposa y así lo acribillaron a balazos”, dijo uno de sus compañeros policías.

Su esposa entró en shock nervioso y sus hijos lloraban del miedo, según fuentes policiales.

Tras el ataque, los tres pandilleros huyeron junto con otros que hacían la labor de vigilancia.

Al llegar la noticia del asesinato del sargento de la Cruz al puesto policial, patrullas de policías y militares se desplazaron a la zona en búsqueda de los atacantes. En el desarrollo del operativo, los policías arrestaron a dos pandilleros en vías de investigación.

El pastor de la iglesia, Manuel López, aseguró que una de las últimas cosas que hizo el sargento fue ayudarle a recoger las sillas después del culto.

La zona donde lo asesinaron está asediada por la pandilla Mara Salvatruchos (MS), la responsable de la mayoría de los asesinatos en Tacuba, según fuentes policiales.

“A él no lo mataron por la persona que era, sino por su condición de policía”, dijo otro compañero policía.

El sargento de la Cruz gozaba de sus vacaciones cuando fue asesinado. Aprovechaba su tiempo libre para ir a trabajar en la construcción de la iglesia donde asistía junto con su familia desde hace tres años.

La tarde del día que lo mataron, Juan José trabajó en la construcción de los servicios sanitarios del templo. Permaneció hasta las 5:00 de la tarde y luego fue a traer a su familia a la casa.

Con este nuevo ataque, ya suman los 17 policías asesinados en lo que va del año, mientras que los homicidios de efectivos de la Fuerza Armada ascienden a ocho.

Durante 2018 fueron asesinados 32 policías, más 2 empleados administrativos del cuerpo de seguridad, 17 militares, tres custodios de Centros Penales y un estudiante de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP). Las autoridades han atribuido a las pandillas la mayoría de estos asesinatos.