Pandilleros acusados de masacrar a cinco hermanos en Santo Tomás quedaron libres por contradicciones de testigo
La declaración del testigo "Trueno" fue la única evidencia de peso que presentó la Fiscalía para convencer a un juez que los pandilleros procesados raptaron a las cinco víctimas durante una procesión de Semana Santa en 2016.
El testigo “Trueno” no sabía de fechas, tiempos ni detalles, por eso su testimonio era contradictorio comparado a los documentos de ley que presentó como prueba la Fiscalía General de la República para acusar a una veintena de pandilleros de la Mara Salvatrucha, por supuestamente haber asesinado con lujo de barbarie a cinco hermanos en la Semana Santa de 2016.
Pero el sistema judicial le falló a la familia Zaldaña, sobre todo a una anciana que aún llora en la soledad a sus cinco hijos. Los perdió en un solo hecho y ahora vive sola. Los Zaldaña son de escasos recursos y viven entre el límite de la Autopista a Comalapa y la calle antigua a Zacatecoluca, en Santo Tomás.
En el Viernes Santo de esa Semana Santa, los cinco hermanos identificados como: Jesús Antonio de 30 años; Yimi Ernesto de 17; Gabriela Vanessa, de 19; Gerson Alexander de 21 y Jesús Antonio de 23, todos de apellido Zaldaña, salieron a las 6:00 de la tarde de su casa para participar en la acostumbrada procesión religiosa. Sin embargo, nunca regresaron. Era el 26 de marzo de 2016.