Una estructura de la pandilla 18 tenía inversiones en varios negocios como venta de electrodomésticos en Apopa y de esa manera ocultaban el dinero que captaban de manera ilícita. Esta manera de financiar su organización fue desarticulada esta madrugada, informó la Fiscalía General de la República.
Fiscales de la Unidad Especializada contra Delitos de Lavado de Activos dirigieron esta madrugada allanamientos en Apopa, al norte de San Salvador, los cuales dejaron como resultado la incautación de siete vehículos y de momento siete personas capturadas.
Entre los detenidos está Juan Francisco Zúniga Miranda, de quien uno de los fiscales dijo que es el principal involucrado , ya que “se aprovechaba de la venta de electrodomésticos y otros rubros en los que invirtieron dinero los miembros de la pandilla para poder ocultar el dinero ilícito”
En el operativo también incautaron dinero en efectivo pero Fiscalía no ha detallado aún el monto.
En esta operación han girado 12 órdenes de captura y cinco intimaciones, es decir notificaciones de nuevos cargos a personas que están en centros penitenciarios por otros delitos.
Con esta operación, dice Fiscalía, se está desarticulando el brazo financiero de una estructura terrorista, en este caso de “la tribu Álamo” de la pandilla 18 Revolucionaria, y de otras “tribus” que operan en Apopa, y poniendo al descubierto “negocios y bienes con los que disfrazaban los ingresos que obtenían con actividades ilícitas”.
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Se sabe que las pandillas se financian principalmente con la venta de droga pero sobre todo por la vía de las extorsiones, tanto a pequeños como a grandes negocios o empresas. Este es un flagelo que las autoridades no han podido golpear de manera contundente.
Las autoridades alegan que las víctimas tienen temor de denunciar y eso abona a que las extorsiones se mantengan como principal medio de captación de dinero para las pandillas. Pero por otro lado está el temor a que los delincuentes cumplan sus amenazas si no les entregan el dinero exigido.