Fernando, el artista que sueña con regalar clases de dibujo a jóvenes en riesgo y así recorrer todo el país

Fernando Alvarado es un joven de 27 años que imparte talleres de dibujo a niños y jóvenes en riesgo. Su proyecto personal es salir de su pueblo natal, Panchimalco, para recorrer El Salvador y formar a nuevos talentos.

Fernando Alvarado es un joven de 27 años que imparte talleres de dibujo a niños y jóvenes de Panchimalco.

Por Jonathan Tobías

2020-11-19 8:02:19

Con lápices de colores y papel de distintos tamaños, Fernando Alvarado se ha convertido en un pintor autodidacta. A sus 27 años, es muy conocido en el municipio de Panchimalco, San Salvador, por hacer todo tipo de dibujos, desde los más comunes, hasta retratos con un impresionante nivel de detalle.

Su pasión por el dibujo lo ha llevado a convertirse en maestro de niños que viven en las comunidades de Panchimalco. Antes de la pandemia, Fernando solía viajar los fines de semana a distintos municipios del oriente y el occidente del país para dar talleres a los jóvenes de esos lugares. “Este taller es especialmente para los niños de escasos recursos”, señala.

Los talleres de Fernando van enfocados para los niños y jóvenes de escasos recursos de todo el país. Foto EDH / Jonathan Tobías

Para el joven artista es importante reactivar ese proyecto personal para que los niños puedan aprovechar el tiempo libre. Sin embargo, lamenta que, en ocasiones, la carencia de recursos limita las oportunidades de muchos jóvenes por seguir aprendiendo. Además, lamenta que no existan iniciativas o espacios necesarios para apoyar a los artistas.

Por esa razón, Fernando comenta que sus talleres no tienen ningún tipo de costo, sólo el deseo de aprender. Las libretas, lápices de colores, acuarela y otras herramientas de trabajo que se usan dentro de las clases, él las compra con su propio dinero. “Yo sé que mis niños no tienen la capacidad de tener una caja de colores. Yo, de mi dinero, se los compro”, dice.

Los materiales que Fernando utiliza los compra de su propio dinero. Foto EDH / Jonathan Tobías

“Ha sido una bonita experiencia. Cada día aprendo más con el profesor”, relata Mariana Martinez, de 16 años. Otro de los jóvenes, Alejandro Quezada, dice sentirse feliz porque el dibujo le ayuda a expresar sus ideas y emociones. “Estoy orgulloso de mis niños, son muy talentosos”, señala Fernando.

Un sueño de niño

“Desde pequeño me gustaba dibujar”, dice Fernando y enfatiza que todo inició cuando tenía a penas siete años de edad. En el espacioso patio de su casa, colocaba una pequeña mesa y dejaba fluir su creatividad con una mezcla colorida de acuarelas. Los primeros dibujos que pintaba de niño estaban relacionados con la naturaleza.

Fernando va por varios municipios del país brindando sus talleres gratuitos. Foto EDH / Jonathan Tobías

Con el tiempo, Fernando se dio cuenta que el dibujo era su pasatiempo favorito. Fue a través de los años que sus hábiles manos se perfeccionaron hasta crear retratos realistas: obras con un nivel de detalle que podrían pasar por fotografías.

Fernando relata que alcanzar su sueño se convirtió en una tarea difícil. Sus padres no tenían la capacidad económica para inscribirlo en una academia de dibujo, por lo que optó por aprender por sí mismo. Fue hasta su formación académica en la universidad, como diseñador gráfico, que empezó a aplicar nuevos conocimientos con sus lápices.

Fernando se especializa en la elaboración de fotografías y retratos realistas. Foto EDH / Jonathan Tobías

El joven expresa que sus primeros dibujos no son “ni la sombra” de los más recientes. Hace una invitación a que los niños y jóvenes para que se involucren en proyectos que los alejen de vicios o peligros, muy comunes en las comunidades en donde habitan. “Primero Dios estaré en cada municipio compartiendo y teniendo a más niños dibujando”, concluye.