Ricardo Mejía, de 31 años, fue asesinado la madrugada de este domingo sobre la 5a. Avenida Norte, en San Salvador. Según versiones preliminares, el hombre iba con un amigo cuando sujetos armados les dispararon desde un vehículo.
José Mejía, de 61 años, llegó por la mañana a reconocer el cadáver de su hijo que yacía sobre la acera de un taller de reparación de electrodomésticos enfrente de la iglesia Luz del Mundo.
La Policía dijo que el problema empezó en uno de los bares del centro de San Salvador, donde se originó un pleito. Desde ese lugar, los hechores habrían comenzado a seguir a la víctima.
De acuerdo con don José, Ricardo salía todos los viernes y sábados a departir con sus amigos al centro de la capital. Él sospecha que a su hijo ya lo tenían vigilado.
El adulto mayor lamentó el grado de inseguridad que acecha al país, la cual afecta donde reside. "Es yuca estarse cuidando de los mareros de allá y de los de acá. Nunca se está tranquilo", manifestó el papá de la víctima.
Mientras, don José se encontraba observando la escena del crimen, respondía a sus familiares que los restos de su hijo no serán velados, pues a parte de que no tienen los recursos económicos no lo hará por no llorar él y sus seres queridos .
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"No lo vamos a velar, no tenemos dinero para eso", comentaba el adulto mayor a otros familiares.
Relató que, en el momento del ataque armado, Ricardo iba caminando junto a un amigo sobre la 5a. Avenida Norte, y que, según este último, quien le avisó sobre lo sucedido, se les acercaron dos personas a bordo de una motocicleta identificadas como pandilleros. Posterior aparecieron otros individuos que iban en un vehículo desde donde les dispararon.
Sin embargo, el compañero de Ricardo logró huir del lugar y desde entonces no había sido localizado, detalló el sexagenario.
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