Una llamada telefónica que recibió Javier Salguero el martes, a las 11:10 de la mañana, le cambió la vida. Una amiga, quien es madre de una compañera de estudios de su hija Camila, de 8 años, lo alertó de que la niña había sufrido un “accidente grave” y le aconsejó que llegara rápido a la escuela Corazón de María, en la colonia Escalón.
Lo poco que le pudo decir la señora es que la menor de edad se había caído junto con otra niña de una Chicago, el juego mecánico que fue instalado el fin de semana para celebrar una actividad deportiva.
El padre de Camila, quien es albañil, estaba en ese momento en su trabajo y tuvo que llamarle a sus hermanos para que se adelantaran a ver qué había pasado con su hija.
Camila será sepultada el jueves, a las 1:00 de la tarde, en el cementerio Jardines del Recuerdo.
Camila será sepultada el jueves, a las 1:00 de la tarde, en el cementerio Jardines del Recuerdo.
Fue la tía de la estudiante -a quien le decía “mamá” porque la crió desde que tenía seis meses de nacida, cuando murió su madre- quien recibió la noticia tras pasar varios minutos exigiendo información al personal docente. Una empleada se le acercó y le dijo: “Arely, la niña está muerta”.
“A las 10:10 de la mañana fue el accidente y nosotros nos hemos dado cuenta a las 11:10 de la mañana, cuando mi hermano nos llamó en lo que él llegaba a la escuela. Los demás niños estaban en shock nervioso y nadie nos decía nada”, relató Carlos Salguero, el tío de la víctima.
Los dolientes aseguraron que hasta el miércoles a mediodía ni la escuela, ni la Policía, ni la Fiscalía General los habían contactado para darles una “versión concreta” de lo que pasó.
Además, negaron que la escuela haya costeado los gastos fúnebres de Camila como se comprometieron los delegados el martes, en una conferencia de prensa. La niña será sepultada este jueves, a la 1:00 p.m., en el cementerio Jardines del Recuerdo.