Esta vez es el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, quien ha sido llamado a la comisión especial que investiga los fondos otorgados a ONG desde la Asamblea Legislativa.
El funcionario tiene la misión de dar “aportes técnicos” relacionados a las indagaciones que llevan a cabo los parlamentarios de la comisión especial.
La semana pasada fue el fiscal “impuesto” Rodolfo Delgado, quien llegó a la comisión especial de “sobresueldos”. En esa instancia el funcionario confirmó que los sobresueldos sí están legislados en la ley, tal como lo habían manifestado exfuncionarios citados a la comisión como el exvicepresidente Carlos Quintanilla Schmidt.
“Los sobresueldos sí están regulados en la legislación, en el Manual de Clasificación para las Transacciones Financieras del Sector Público”, expresó Delgado el pasado 10 de septiembre.
Sin embargo, explicó que los montos no deben ser asignados a discreción, que deben estar sujetos a descuentos de ley y se debe dejar constancia de su entrega.
En la comisión de ONG han sido varios los exfuncionarios que han sido citados, entre ellos, las exdiputadas Lorena Peña, del FMLN; Milena de Escalón de ARENA, Jorge Schafik Handal, del FMLN; el exmagistrado presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Eugenio Chicas; entre otros.
El caso de Peña fue especial, ya que la exparlamentaria estuvo sujeta en varios momentos de su interlocución a situaciones que denigraron su calidad de mujer, según denunció la exdiputada en ese momento.
“Llegaron al límite de la tortura”, expresó Peña. Señaló que los diputados oficialistas se han tomado atribuciones legales y buscan criminalizar a las organizaciones sociales.
La jornada duró casi ocho horas el pasado 16 de julio, por haber solicitado fondos del presupuesto para la Asociación Mélida Anaya Montes, de la cual fue fundadora hace 29 años.
Abogados cuestionaron que en las comisiones especiales los diputados oficialistas están tratando a los citados como si fueran personas procesadas penalmente, violentando así también del derecho a la presunción de inocencia de los llamados y sobrepasando una función que no les compete.