"Las adolescentes suelen ser desaparecidas por miembros de pandillas o por agresores sexuales", advierte defensora de derechos humanos

En esta entrevista, tres defensoras de derechos humanos hablan sobre la desaparición de niñas, mujeres y personas LGTBIQ, y los obstáculos qué enfrentan sus familias para saber dónde están.

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Por Lilian Martínez

2021-11-06 9:30:59

Hasta el 20 de octubre, la FGR había recibido 51 reportes sobre 66 menores de edad desaparecidos: 51 niñas y 15 niños. Ante el hecho de que el flagelo de la desaparición, entre menores de edad, afecta más a las niñas, El Diario de Hoy habló con tres defensoras de derechos humanos para indagar qué diferencia un caso de desaparición cuando la víctima es una niña, una adolescente, una mujer adulta o una persona LGTBI. Al respecto, Zaira Navas, de Cristosal; Verónica Reyna, del Servicio Social Pasionista, y Carlie Lemus, de Comcavis Trans, dieron varias pistas.

¿Qué características particulares tiene una desaparición cuando la víctima es una niña un adolescente o una mujer adulta?

Zaira Navas: En el caso de las niñas hay una característica distinta. La mayoría de veces es un familiar o una persona conocida la responsable de la desaparición. Hay que diferenciar cuando se reporta el caso de cuando ya es identificada como persona desaparecida. Esto ocurre también con los niños. Muchas veces el padre o la madre se lleva al niño o a la niña.

Por situaciones de índole de violencia entre familiares, este es en el caso de las personas que son encontradas. Sin embargo en el caso de las niñas desaparecidas es común que la desaparición esté precedida de violencia sexual que sea resultado de la venganza hacia una persona de su familia, de su entorno, o que sea desaparecida en el contexto de la desaparición del grupo familiar. Las adolescentes suelen ser desaparecidas por miembros de pandillas o por agresores sexuales. En el caso de las adolescentes ya hemos conocido las mismas declaraciones de la relatora de las Naciones Unidas con respecto a que las adolescentes que están vinculadas a las pandillas viven una especie de esclavitud sexual. Ellas son tomadas por las pandillas seleccionadas por los jefes de estas estructuras para ser abusadas sexualmente, violadas, etcétera. En el caso de las mujeres es bastante similar. Tiene la connotación de la posesión del cuerpo del poder. Es decir, hay una cultura machista en la desaparición y en la violencia que está en el contexto de la desaparición, es marcar territorio. También las mujeres son utilizadas sexualmente por estos grupos armados, pero también es cierto que las desapariciones de mujeres y de las adolescentes ocurren por particulares y los particulares suelen ser su pareja, sus ex novios, sus esposos. Lamentablemente en la mayoría de casos, resultan feminicidios y resulta una violencia extrema, es decir que nuevamente impera el machismo el abuso de poder el y la fuerza y el dejar marcado sobre el cuerpo de la mujer esta venganza.

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De izquierda a derecha: Verónica Reyna, del Servicio Social Pasionista; Zaira Navas, de Cristosal, y Carlie Lemus, de Comcavis Trans. Foto EDH/ Yessica Hompanera

¿Qué circunstancias particulares podemos encontrar cuando la víctima es una persona LGTBIQ y cuál suele ser el móvil para la desaparición?

Carlie Lemus: Cuando se trata de una persona perteneciente a la población LGTBIQ, el subgrupo más afectado es en definitiva el de las mujeres trans, quienes en primera instancia tienen un problema al ser de reportadas como desaparecidas; ya que, primero que nada, el nombre que aparece en el DUI y que es el nombre legal, no concuerda con apariencia física. Entonces, de llegarse a encontrar, por ejemplo, el cuerpo de la persona, hay como una deficiencia por parte de las autoridades para poder reconocerla. En primera instancia porque no hay vigente una Ley de Identidad de Género que reconozca el nombre autodenominado por las personas trans en este caso.

El problema que presentamos como población LGBTIQ es que al momento de poner una denuncia o al momento de reportar ante las instancias estatales, ya sea la PNC o la Fiscalía, no se les da la importancia, no se toma la seriedad pertinente. Realmente los datos son bastante ambiguos respecto a lo que reporta, por ejemplo, la Fiscalía. Ellos dicen que todo está bien. Sin embargo, nosotros como Comcavis Trans, hemos recibido a las familias preocupadas por la desapariciones, que temen acercarse a las instituciones por miedo a algún tipo de persecución o en algún dado caso, pues ni siquiera ponen la denuncia.

“En el caso de las niñas desaparecidas es común que la desaparición esté precedida de violencia sexual. (...) Las adolescentes suelen ser desaparecidas por miembros de pandillas o por agresores sexuales”.

Zaira Navas, .

¿Cómo cambia la vida de una familia cuando uno de sus integrantes es víctima de desaparición?

Verónica Reyna: Bueno, primero es el cambio inmediato del hecho de violencia, que le implica a la familia tener que acudir a las instituciones de seguridad y de investigación del delito. Eso implica para la familia que está buscando a la persona desaparecida distintas afectaciones, la primera quizá sea en términos de tiempo y en términos económicos. Muchas familias viven en situación precaria y eso les implica también estar movilizándose constantemente y pidiendo información en estas instituciones para poner el aviso, pero también dar seguimiento a su caso.

(...) Por otro lado también se carga o termina cargando en la familia la investigación de sus propios casos. Es decir, al no contar con información de las instituciones, incluso las mismas instituciones mandan a los familiares a buscar a sus desaparecidos, a buscar información que les permita mantener activo el caso y que las instituciones vayan avanzando en lo que se pueda para encontrar a su familiar. Ese es un elemento que pone en riesgo a las familias y que puede generar otro tipo de hechos de violencia en contra de estas.

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(...) Por último, me parece importante también mencionar que hay afectaciones psicológicas en la familia, que es de lo que menos se habla. Desgraciadamente, en el país se habla muy poco de salud mental y de la implicación que tiene la desaparición de una persona en el núcleo familiar. (...) Al no tener el cuerpo, tampoco pueden hacer el ciclo de duelo que les permita al fin tener calma y tranquilidad respecto de cómo se encuentra el caso de su familiar desaparecido.

“Se habla muy poco de la salud mental y de la implicación que tiene la desaparición de una persona en el núcleo familiar. (...) Al no tener el cuerpo, tampoco pueden hacer el ciclo de duelo que les permita al fin tener calma y tranquilidad respecto de cómo se encuentra el caso de su familiar desaparecido”.

Verónica Reyna, .

Carlie Lemus: (...) También hay un estigma social de discriminación (...) Nosotros hemos recibido casos de las madres, de los padres de las zonas y lo que es bien recurrente es este prejuicio por parte de las autoridades de que “si es una mujer trans, entonces se dedicaba el trabajo sexual”. Por consiguiente, por eso se perdió o por eso ha desaparecido. Eso es normalizar un acto de violencia, normalizar una desaparición y no hacer nada al respecto. Entonces la familia llega en un punto de frustración en donde, básicamente, se da por vencida; porque no logran obtener una respuesta positiva por parte de las autoridades y es acá donde Comcavis Trans entra tal vez en el área de atención, psicológica porque nunca se le ha dado importancia a la salud mental en el país, con lo cual estamos en un grave error.

Hay que también tener en cuenta que muchas de estas víctimas han sido, antes, víctimas de desplazamiento forzado. Entonces como Comcavis tratamos de reubicar a la familias en un lugar seguro para que puedan de alguna manera continuar con su vida, rehacer sus vidas, a pesar de la gran pérdida que tuvieron por la desaparición de el o la familiar.

Cabe mencionar que en estas últimas semanas, justamente el sábado, desapareció un joven gay, que de no haberse viralizado (la denuncia) por las redes sociales, el caso estaría invisibilizado.

Parece que ahora la única manera de llamar la atención, ya sea del Estado o del actual gobierno, es a través de las redes sociales. Creo que tiene más impacto reportarlo en redes sociales que ir a la Fiscalía a poner la denuncia. Pareciera que ahora las redes sociales tienen un peso más grande que las mismas instituciones. Es algo bastante preocupante y las familias son las más afectadas.

¿Qué pasa en una familia cuando desaparece la mujer que tenía el papel de madre o jefa de hogar?

Zaira Navas: Bueno, es muy importante decir que la desaparición afecta y genera un duelo permanente que no se concluye hasta que se tiene información sobre el paradero de la persona desaparecida, ya sea viva o muerta.

En el caso de las madres jefas de hogar, las familias monoparentales o las familias diversas donde la mujer por lo general asume el rol de proveedora y de protectora, es todavía más complejo, en la medida que hay niños y niñas que dependen económicamente de ella, incluso personas adultas mayores, sobrinos, tíos o personas que forman parte de ese grupo familiar. Por lo general, son más las mujeres las que buscan a sus desaparecidos, que los mismos hombres y esto data desde las distintas dictaduras.

(...) Cuando la mujer es la desaparecida, entonces, suele ser su familia la que la busca. (...) Entre los casos conocidos públicamente, cuando el denunciante es la pareja ha sido el denunciante el que la desapareció y posteriormente fue el responsable del feminicidio. Entonces en una familia donde la mujer es la cabeza de hogar, es una familia que está bastante resquebrajada, donde los niños y las niñas viven en desprotección. Por supuesto, esto no es el deber ser. Las mujeres asumimos roles que no nos corresponde y que están determinados por las relaciones de poder en el país. Los hombres, lamentablemente, no asumen esos.

“El sábado, desapareció un joven gay, que de no haberse viralizado por las redes sociales, el caso estaría invisibilizado. Parece que ahora la única manera de llamar la atención, ya sea del Estado o del actual gobierno, es a través de las redes sociales”.

Carlie Lemus, .

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Cuando las mujeres son las desaparecidas se genera una mayor afectación particularmente en los niños y las niñas. Las madres son las que acuden a todo lo que tiene que ver con la protección, la educación y la salud de sus hijos y de los integrantes de esta familia extendida. Entonces, la búsqueda se vuelve todavía más compleja. Por eso es muy importante el rol que estamos desempeñando desde las organizaciones de sociedad civil y desde las organizaciones feministas que están denunciando los casos de violencia de desaparición contra las mujeres.

Es importante notar la falta de respuestas integrales desde el Estado en este tipo de casos porque debiese haber una respuesta articulada entre el ISDEMU y las instituciones de protección de Niñez y Adolescencia. Han pasado ya varios años desde que las instituciones surgieron, hubo intentos de respuestas, pero esto requiere que estos temas sean prioridad para el Estado y la violencia hacia las mujeres, hacia la población LGBTI y hacia las niñas ha dejado de ser una prioridad o nunca ha sido prioritario. En este momento, es mucho menos prioritario.

Entonces, vemos una condición y un círculo de desprotección que genera falta de búsqueda, pero también falta de protección y falta de investigación, procesamiento y sanción en los casos de mujeres desaparecidas.