Veinte días después de la muerte de Vanessa Galdámez, de 25 años, los habitantes de San Juan Opico, La Libertad, exigen justicia y alzan la voz por las víctimas de violencia en todo el país. La joven con 7 meses de embarazo pereció el pasado 1 de noviembre en ese municipio, y el sospechoso de quitarle la vida es su esposo.
“Ni una lágrima más”, es la frase bajo la cual, al filo de las 8:00 de la mañana de este martes, alrededor de 500 personas caminaron por las calles de Opico, con el objetivo de generar conciencia sobre la necesidad de ponerle fin a la violencia contra la mujer. En camisetas, globos, y hasta en pedazos de papel plasmaron su descontento hacia todas las formas de violencia que sufren las mujeres en El Salvador.
“Queremos mostrar nuestro apoyo a todas las mujeres que están siendo víctimas de maltrato”, expresó Vanessa Ramírez, una estudiante del municipio que, además, se solidarizó con el caso que ocurrió en el lugar, unas semanas atrás. “Todas las opicanas tenemos derechos de vivir felices”, añadió.