Bukele “gobierna el país con tendencias autocráticas y se comporta como un bully”, denunció director de Human Rights Watch

José Miguel Vivanco lamentó esta mañana que el presidente Bukele ha recorrido una senda de medidas draconianas y un enfoque exclusivamente punitivo en la crisis actual de COVID-19.

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Más de 400 manzanas del centro de San Salvador han sido acordonadas y custodiadas por militares. Foto EDH/ David Martínez

Por Ricardo Avelar

2020-04-22 10:00:18

“Bukele ha insistido en un enfoque militar a la crisis”, añadió este experto chileno en derechos humanos. Ante las críticas que ha recibido, ha reaccionado con una retórica de rivalidad y un desconocimiento de otros poderes del Estado que, a juicio de Vivanco, “muestra un rostro autocrático y que se comporta como un bully”.

“Es claro que el presidente Nayib Bukele está usando esta pandemia (del COVID-19) para ganar control”, añadió con contundencia Leonor Arteaga, abogada de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF, por sus siglas en inglés) con sede en Washington DC.

Arteaga y Vivanco participaron esta mañana en una conversación organizada por el Diálogo Interamericano sobre la respuesta del Ejecutivo en la crisis actual y cómo esta rama del gobierno está mostrando un patrón peligrosos de desobediencia de la separación de poderes y de buscar “enemigos” donde hay críticos de su gestión.

La jurista de DPLF consideró que Bukele “busca controlar todo” y que su interés en la realidad del país “no es real”, sino una apuesta de poder. Por ello, lamentó, el presidente recurre a discursos tanto de pánico en medio de la pandemia, como de odio a aquellos que siquiera se atrevan a hacer preguntas o cuestionamientos de la gestión.

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Una de las víctimas más recientes de estos mensajes, añadió la jurista de DPLF, es la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que fue acusada por el mandatario de “ordenar la muerte de salvadoreños” al declarar ilegales las detenciones automáticas que el presidente ha ordenado para quienes presuntamente violen la cuarentena obligatoria.

En la conversación también participó el fundador y exdirector del medio digital El Faro, Carlos Dada, quien reforzó lo dicho por Arteaga e ilustró que los “enemigos” que ha identificado el presidente son periodistas independientes, defensores de derechos humanos, la oposición, el Congreso, la Corte Suprema, el fiscal general de la República y “cualquiera que se oponga no solo a sus medidas, sino incluso a sus palabras, ya que es un presidente que gobierna por tuits”.

Estos signos, añade Dada, permiten concluir que “Bukele es un populista por definición (…) que se presenta como un salvador del país”. El exdirector de El Faro recordó que hace poco más de dos meses, Bukele incluso llevó militares y policías con armas largas al Congreso, violando el carácter apolítico de las Fuerzas Armadas.

“Ni los regímenes militares se atrevieron a hacer eso”, lamentó Dada y utilizó este episodio para reforzar la imagen de un mandatario desinteresado por la democracia y el estado de derecho.

Llaman a la OEA a pronunciarse
José Miguel Vivanco consideró que el gobierno de El Salvador ha acumulado suficientes signos de desobediencia al estado de derecho y la división de poderes que amerita la aplicación pronta de la Carta Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El experto aclaró que este documento, emitido en 2001, es una herramienta poderosa para lidiar con este tipo de líderes y acciones que pretenden desconocer la independencia de los poderes y subvertir la democracia. Sin embargo, lamentó que hasta el momento el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha permanecido en silencio sobre las acciones de Bukele, cuando en otras crisis ha sido ágil y elocuente en lanzar sus denuncias.

El director para las Américas de Human Rights Watch también pidió que la Unión Europea se pronuncie por estas violaciones, al tiempo que recordó que tres influyentes legisladores estadounidenses ya se pronunciaron.

Los miembros de la Cámara de Representantes Elliot Engel y Jim McGovern, así como el senador Patrick Leahy, alzaron su voz para exigir a Bukele retomar el camino democrático y no abrazar al autoritarismo en esta crisis. Estos legisladores tienen una posición de particular influencia al momento de determinar la cooperación extranjera de su país, algo que El Salvador precisa cada año.

A estas palabras se sumó Leonor Arteaga, de DPLF, quien llamó a la comunidad internacional a acuerpar a la Sala de lo Constitucional y no dejar solos ni a estos magistrados, ni a los actores de sociedad civil y medios independientes de El Salvador que se pronuncian por los abusos de poder de Bukele.

Dada finalmente destacó que si bien las medidas iniciales del presidente para contener la pandemia fueron acertadas, estas no fueron acompañadas de medidas concretas para darle un carácter técnico a la respuesta al COVID-19. En restrospectiva, añadió, esta luce como una apuesta de control y no una respuesta médica, científica y económica a la grave crisis que el país y el mundo tienen frente a sí.