San Fernando es parte de los ocho municipios de la zona norte del departamento de Morazán apreciados por el sector turismo, gracias a sus paisajes, ríos, agradable clima y grandes extensiones de pinares que sirven como árbol de sombra para los cafetales.
Desde hace 8 años la alcaldía de San Fernando decidió instalar un vivero de pinos y otras especies para poder reforestar aquellas áreas afectadas por el gorgojo descortezador, que en 2016 acabó con el %45 de los pinares de siete municipios de la zona norte, así como reforestar los predios municipales, donarles a personas que tiene inmuebles, e instituciones gubernamentales y no gubernamentales.
El alcalde de San Fernando, Elmer Ramos Canizalez, reconoce que el desarrollo de estos proyectos en beneficio del medio ambiente han traído beneficios a la población del municipio sin embargo considera que para una municipalidad pequeña los costos de mantenimiento de estos proyectos son altos.
“Estos proyectos, algunas alcaldías casi no los implementan porque son muy costosos. a veces se trabaja con agua potable, aguas negras, vivero o tratamiento de la basura, y prácticamente se utiliza mucho Fodes, y estos pueblos pequeños los impuestos obtenidos son muy bajos y toca que subsidiar casi la mitad del pago de la energía eléctrica, o el relleno sanitario se debe de costear con fondo Fodes” dijo Ramos Canizalez.
El gobierno central lleva 10 meses de impago del Fondo para el desarrollo económico y social de los municipios (Fodes) a las comunas.
El vivero se encuentra ubicado en un pequeño espacio de las 162 manzanas de terreno municipal, ubicadas en el caserío El Bolero, del cantón Azacualpa. Además de los pino, en el terreno hay cinco nacimientos de agua que han permitido a la municipalidad explotar la fuente a base de bombeo que abastece a la comunidad Platanares, y en época seca también parte del casco urbano.
“Anteriormente se daba mucha tala, este fue uno de los bosques más deforestado, cuando no era municipal. Para la época del conflicto armado perteneció a una familia pero ellos se fueron y no se supo más de ellos, nadie reclamó el terreno. Luego quedó como un predio baldío y la gente talaban y quemaban, posteriormente una cooperativa se lo tomó de forma ilegal hasta que pasó a manos de la alcaldía”, relató Inmer Argueta, jefe de la Unidad Ambiental de San Fernando.
Para mantener el municipio reforestado cada año viajan a Siguatepeque, Honduras, para comprar un kilo de semillas de pinos de las variedades pino caribeña y oocarpa por un costo de $250. Luego la siembran en pequeñas bolsas plásticas con tierra preparada, la semilla germina entre 8 a 10 días, esperan que la planta alcance una altura de 15 a 17 centímetros para ser trasplantada. Este procesos tarda 4 meses, y tarda entre 8 a 9 años para alcanzar los 25 metros de altura.
“Se compra la semilla porque no es tan fácil que el pino se reproduzca solo u obtener fácilmente la semilla, esta empresa baja la bellota la ponen al sol y de cada bellota se obtiene de 2 a 3 semillas similares a un grano de arroz, pero no todas las bellotas dan semillas” agregó Argueta.
Además de San Fernando, las municipalidades de Pequín y Joateca cuentan con un vivero municipal de pinos, pero debido a las restricciones aplicadas por la pandemia durante el 2020, este año solo San Fernando logró hacer reproducir su vivero.
San Fernando también tiene una planta de tratamientos de aguas residuales, servicio de recolección de basura y desde hace dos años dejó de funcionar la planta de compostaje. Además, creó en 2011 la Ordenanza Municipal de Conservación del Medio Ambiente y Disposición Final de Desechos Sólidos, posteriormente el Juez Ambiental de San Miguel emitió algunas medidas para los ocho municipios de la zona norte, que según el juzgador ha cumplido.
Sin embargo para el alcalde, Elmer Ramos, aún “falta mucho por mejorar en relación a la educación de las personas porque a pesar de que hemos colocado basureros y tenemos personas que trabajan en el aseo, viene personas que tiene el mal hábito de tirar la basura a la calle” , expresó.