El presidente Nayib Bukele dijo que fue un error lo que afirmó en cadena nacional el pasado 17 de mayo acerca de la millonaria compra en hidroxicloroquina, medicamento para tratar pacientes de COVID-19 y que recientemente fue suspendido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por seguridad.
El mandatario dijo que el precio de la hidroxicloroquina adquirida por el Gobierno no es de $575 millones, sino más bien $575,000. “Fue una imprecisión”, ‘mea culpa’, afirmó.
Eso sí, el mandatario insistió en que el medicamento tiene efectos positivos, pese a que la OMS lo prohibió.
El uso tanto de azitromicina como hidroxicloroquina se ha destacado como parte de la estrategia del gobierno para atender la pandemia por COVID-19.
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Ante la decisión de la OMS de suspender de forma “temporal” los ensayos clínicos con hidroxicloroquina que realizaba en varios países, como medida de precaución, Bukele dijo que “ese era el medicamento que en su momento suponía ser el más prometedor para hacer frente al covid-19”.
“Ha ido cambiando y nos hemos dado cuenta que unos medicamentos funcionan y otros no”, agregó. No obstante, cuando El Salvador inició la importación de hidroxicloroquina, ya había críticas y cuestionamientos a nivel internacional sobre sus riesgos para tratar pacientes de COVID-19.
Bukele manifestó que lo han sacado de protocolo y lo han dejado para profilaxis. “Nosotros inmediatamente lo retiramos de nuestro protocolo oficial”, dijo.
“Este medicamento le sirve a los pacientes de lupus. Es un medicamento que antes hacía falta en los hospitales. Ahora tenemos para darles a todos”, añadió.
Bukele se contradice ahora, pues en conferencias anteriores ya había advertido que la hidroxicloroquina es un medicamento peligroso, no es profiláctico y no se debe tomar sin prescripción médica.
El 22 de mayo, la revista científica The Lancet publicó los resultados del estudio más importante que se ha realizado sobre el tratamiento a pacientes con COVID-19 con el fármaco antipalúdico cloroquina o su análogo hidroxicloroquina.
El autor principal de la investigación de The Lancet, Mandeep R. Mehra, explicó que “este es el primer estudio a gran escala que encuentra pruebas estadísticamente sólidas de que el tratamiento con cloroquina o hidroxicloroquina no beneficia a los pacientes con COVID-19”.
En cambio, “sugiere que puede estar asociado con un mayor riesgo de problemas cardíacos graves y un mayor riesgo de mortalidad”.