¿Qué las motiva? Siete mujeres incursionan en la reparación de bicicletas

Muchas participantes son entusiasta de ese medio de transporte y participan para solventar los desperfectos en las rutas, otras consideran emprender y montar su propio taller

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Por Enrique Carranza

2022-02-26 9:59:33

“La pregunta aquí es para qué estás aprendiendo”, dice Iliana a Sofía, y ella le responde “para reparar mi bici”, y en la réplica Iliana le comenta “yo pondré mi taller”.

Ileana Laínez y Sofía Segura conversan mientras esta última instala los rayos al rin de una bicicleta.

Ileana, experimentada comunicadora, y Sofía, estudiante y egresada de ciencias jurídicas, han coincidido en curso de reparación de bicicletas impartido para mujeres por EcoBici del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada, Cesta.

Es la clase del jueves por la mañana y participan siete entusiastas de ese medio de transporte.

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La clase está dividida en dos pues algunas de las participantes recién se incorporan al curso y la enseñanza debió ser diferida. Así, un grupo instala los rayos a los rines; otro conoce la mecánica de la maza o piñón delantero de las bicicletas.

El proyecto busca promover el uso del medio de transporte y a la vez generar oportunidades de empleo. Video EDH / Enrique Carranza.

Tras explicar la técnica para armar y desarmar la maza, el instructor, Adonai Ramírez, explica “La maza lleva unos pequeños baleros, esos si no se tienen cuidado se caen, esos siempre como parte del mantenimiento hay que mantenerlos con grasa, con grasa; aceite no porque se desgastan”.

Es la primera vez que el Cesta dirige el curso para reparar bicicletas a mujeres en su sede central, situada en el municipio de San Marcos.

“Tememos en promedio siete años de enseñar sobre la reparación de bicicletas, se enseña a quien se inscriba, muchas de nuestras capacitaciones son impartidas por medio de las alcaldías, o en los lugares donde el Cesta tiene impacto en las comunidades”, explica Jesús López, coordinador del programa Sin bicicleta no hay planeta, que es parte del Cesta.

Jesús, además, comenta que para iniciar las clases dirigidas a mujeres identificaron la necesidad en la zona y luego convocaron.

“Aquí en San Salvador y en la zona de la sede hay muchos grupos de personas que gustan de andar en bicicleta, es más se reúnen y salen juntos, de allí nació la inquietud de llevar este aprendizaje a mujeres”, continúa Jesús.

También, Jesús comenta que se trata de romper los esquemas o “demostrar que hay trabajos que no solo son de hombres” y promover el uso de la bicicleta.

“Desde que se iniciaron las clases de reparación de bicicletas tenemos conocimiento que al menos 17 mujeres han instalado sus propio taller, y ese le sirve de fuente de ingreso a su familia”, puntualiza.

En la clase avanza, Adonai, el instructor, explica sobre la instalación de los rayos y el método correcto de ejecutarlo, algunas de las participantes preguntan sobre los materiales utilizados para la fabricación de esas piezas.

“Es que es mejor aprender a hacer sus propias cosas, por ejemplo: tengo mi bici con los unos rayos doblados, en el taller me recomiendan cambiar el rin completo, pero la verdad que esas piezas se pueden cambiar y el costo es mucho más inferior”, comenta Sofía.

El curso, que se prolonga por tres meses, inicia con la presentación de las herramientas, luego sigue el armado de rines y la nivelación de los mismos; también incluye el engrase y conocimientos sobre la dirección y transmisión.

“A veces se debe ir despacio, más que todo porque se debe enseñar sobre herramientas y su correcto uso, algo que con los hombres no suele ser así, porque de alguna forma ya tienen experiencia en la manipulación o trabajo con ellas”, explica Adonai.

Él asiste al Cesta desde hace 9 años, y desde hace 4 se volvió capacitador, aprendió en el mismo lugar.

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Emprendedurismo

A parte de la enseñanza técnica, al finalizar el curso las participantes reciben un kit de herramientas, que con facilidad pueden servir para iniciar su propio negocio.

Además, las mujeres optan por ser parte de la red de talleres de bicicletas del Cesta.

“Está superando mis expectativas, el curso tiene la teoría y la práctica, el conocimiento es bien específico”, explica Jessica González, otra de las participantes.

La joven, quien estudia Relaciones Internacionales, relata que posee una bicicleta, pero por desconfianza en la misma no hace recorridos largos, comenta que la misma ya ha sufrido desperfectos en la ruta y eso ha provocado que abandone al grupo, y termine por buscar ayuda.

“Esto es ser autosuficiente y romper paradigmas”, concluye.

En algún momento las participantes convergen en el punto que aprender a reparar bicicletas puede ser en el futuro su fuente de ingresos; también lo consideran como un reto personal y se enfoca en la necesidad de demostrar su capacidad de resolver trabajos considerados de hombre.

“Al terminar las clases las participantes tienen capacidad de emprender su propio negocio, es más, como Cesta sabemos que ya 17 mujeres lo han hecho”, explica Edwin Ramírez, responsable de los talleres para bicicleta del Cesta.

Además, comenta que sabe de mujeres que aprendieron a reparar y ellas les enseñaron a sus nietos, ahora el taller es manejado entre ambos y sirve para generar ingresos a la familia completa.

El Cesta proyecta impartir tres cursos de reparación de bicicleta enfocado a las mujeres en este año (el primero ya inició); las clases no tienen costo alguno para los participantes, la organización apoya con los materiales y herramientas.

Si hay menores interesados en asistir deben completar un formulario y sus padres deben autorizar.

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