Eliseo Ortiz Ruiz, uno de los magistrados que integraron la Sala de lo Constitucional conocidos popularmente como “Los Magníficos”, falleció este jueves en San Salvador.
Allegados a Ortiz Ruiz, “don Cheyo”, como le decían con afecto, dijeron que su deceso se debió a una enfermedad que lo aquejaba desde hace varios meses.
“Se ha ido un valor muy humano”, declaró el presidente de la Cámara Primera de lo Penal, Guillermo Arévalo Domínguez, con quien trabajó varios años, al lamentar el deceso.
Hombre de izquierda, juez de carrera, abogado y maestro normalista de profesión, firmó importantes sentencias como la de inconstitucionalidad de la ley de amnistía de 1993.
Como miembro de la Sala de lo Constitucional (2009-2018) con sus colegas Florentín Meléndez, Sidney Blanco, Rodolfo González y Belarmino Jaime, conocidos como “Los Magníficos”, se le reconoce como defensor de la independencia judicial, por lo cual no dudó en firmar la sentencia por la cual fue destituido Eugenio Chicas, dirigente del FMLN, como presidente del Tribunal Electoral porque un dirigente o militante de un partido no puede ser un juez electoral por el conflicto de intereses.
Esto a pesar de que en su juventud fue miembro del movimiento guerrillero en la Resistencia Nacional (RN) y su brazo político, el FAPU, organizaciones que en 1980 integraron el FMLN, recuerdan sus amigos.
También firmó la resolución de Corte mediante la que se mandó a juicio por enriquecimiento ilícito al expresidente Antonio Saca.
En el primer caso se juzgó a un dirigente del FMLN y en el otro a un dirigente de ARENA. “Esto dice mucho de un juez”, dicen sus colegas.
“Siempre se apegó a sus principios, sobre todo en un periodo muy crítico. Veníamos saliendo de la crisis que habían generado Sigfrido Reyes y Mauricio Funes con su partido, queriendo imponer un presidente y magistrados en la Corte”, recordó el exmagistrado Rodolfo González.
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Ortiz fue uno de los mejores alumnos de su curso en la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador, de 1969 a 1976. Luego se convirtió en profesor de la misma facultad hasta su muerte. Fungió además como magistrado propietario durante todo el periodo de crisis que enfrentó la Corte tras la destitución del entonces presidente, Salomón Padilla. También fue magistrado de la Cámara Primera de lo Penal.
Otras sentencias que firmó fueron la nulidad de la inscripción de la candidatura presidencial de Tony Saca; nulidad del nombramiento del presidente del Consejo Nacional de la Judicatura por su vinculación a partidos políticos; prohibición de proselitismo electoral de funcionarios públicos prevaliéndose del cargo para hacerlo; fideicomiso del sistema de ahorro y pensiones.