El ministro de la Defensa, Francis Merino Monroy, evitó referirse esta mañana en una entrevista en Canal 12 sobre el caso específico de su hijo, el teniente de fragata Gerardo Antonio Merino Marroquín, quien fue reportado por sus superiores de faltar a las reglas de no ingerir licor y por hacer escándalo en la Brigada Aérea de Comalapa en plena emergencia por COVID-19.
“Eso no fue así”, respondió el Ministro en un primer momento sobre la pregunta sobre ese incidente. Luego dijo que dentro de la institución armada suceden muchas cosas y que él no las ve todas pero que cuando hay faltas que sobrepasan los niveles normales, estas se ventilan en el Tribunal de Honor.
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Monroy no negó pero tampoco ofreció explicación sobre el incidente que involucró a su hijo, un hecho que quedó plasmado en un memorándum, cuya copia fue publicada por El Diario de Hoy el pasado 7 de febrero, en el que un coronel denunció varias arbitrariedades que están ocurriendo dentro de la Fuerza Armada.
Una de las arbitrariedades denunciadas por el coronel piloto aviador, Eduardo Alfonso Salazar García fue que a él le dieron de baja por la decisión de un superior de disciplinar a un grupo de oficiales, entre ellos el hijo del ministro Merino Monroy, por violar la norma de no ingerir licor debido a que estaban acuartelados y disponibles para atender cualquier requerimiento dada la emergencia sanitaria.
El coronel Salazar García, quien era segundo al mando de esa brigada, relató a El Diario de Hoy que el 20 de marzo, él se había retirado a su dormitorio a descansar mientras los oficiales jóvenes se habían quedado en la cancha. De pronto lo despertó una gritería y al preguntar qué ocurría le dijeron que era un grupo de oficiales tomando licor.
El coronel les ordenó que se fueran a dormir y al día siguiente hizo el informe a su comandante de brigada y este lo hizo del conocimiento del jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada (EMCFA), sobre la falta grave cometida por nueve pilotos y dos tenientes de fragata de la Fuerza Naval.
En castigo, los 11 oficiales fueron enviados al Comando Sumpul, a resguardar las fronteras. Según el coronel Salazar, cuando el ministro Merino Monroy se enteró del castigo a su hijo lo culparon a él y cuestionaron que “quién se creía” para hacer tal cosa. Lo arrestaron alegando no ese incidente con el hijo del ministro sino otra causa que, según el coronel, era “injustificada”.
Ayer, el ministro Merino Monroy señaló al coronel Salazar de acumular una serie de faltas y que fue sancionado por otros hechos, cuestionó además que hay quienes que al no poder responder por sus actos se justifican. Pero el coronel Salazar dijo a El Diario de Hoy que no solo fue dado de baja luego de ese incidente del hijo del ministro, sino que no cometió faltas para degradarlo ni para sacarlo de la institución.
El caso del teniente gay
Un caso similar al del hijo del ministro de Defensa fue el del teniente Cristian Adalberto Castro Grijalva, quien ha denunciado y hasta puesto una demanda judicial por su despido que fue despedido por escándalo en la vía pública sino que el trasfondo es su orientación sexual.
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El ministro Merino Monroy confirmó la suspensión por dos años del teniente pero insistió en que fue por hacer “desórdenes” y por “su conducta en la vía pública” no por su orientación sexual. También negó que se le hubiera violado sus derechos.
Según Merino Monroy, este caso fue analizado en el Tribunal de Honor y luego elevado a consideración de Casa Presidencial donde se le siguió el proceso apegado a la ley, e incluso dijo que la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos no encontró que se le hubiera violado derechos al oficial.
El teniente Castro Grijalva se define como homosexual y dice que eso nunca fue un secreto dentro de la unidad militar donde estuvo. Explicó que le dieron de baja luego de castigarlo y degradarlo al punto de mandarlo al cerro de la isla Meanguera, en La Unión, un lugar donde no tenía agua potable, electricidad ni letrina.
Él fue acusado de ebriedad y escándalo en la vía pública luego de que departir con unos amigos en un lugar en San Francisco Javier, en Usulután, algo que él niega, pues dice que nunca hubo escándalo, sino que como parte de la diversión se colocaron prendas femeninas. Dice que allí un oficial superior y jefe directo de él le hizo fotos y aunque lo negó cuando le dijeron que eso era ilegal, se retiró y los amenazó diciéndoles que “ya sabían los que les tocaba”.
El teniente fue detenido por la Policía el 14 de abril de 2020 por el delito de resistencia pero dos días después, la Fiscalía ordenó que él y otro detenido fueran puestos en libertad porque no había delito que perseguir. Las evaluaciones de embriaguez que el Instituto de Medicina Legal les hizo, dictaminaron que estaba en estado normal, asegura el oficial.
El coronel que dirigió el asalto militar del 9F a la OEA
El ministro de Defensa confirmó también que el coronel Rafael Antonio Urquilla Álvarez fue nombrado como Agregado de Defensa en la Misión Permanente en la Organización de los Estados Americanos (OEA) con sede en Washington.
Preguntado sobre sobre la decisión de enviarlo a un cargo diplomático después de haber comandado la operación militar en la Asamblea Legislativa e l 9 de febrero de 2020, el ministro dijo que la promoción del coronel Urquilla Álvarez es un movimiento “normal” que se da en la institución luego de hacer los análisis sobre las capacidades y habilidades para desempeñar un cargo de política exterior de la Fuerza Armada.
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Merino Monroy también dijo que este tipo de promociones se dan porque los oficiales que vienen en relevo necesitan una oportunidad de mando y por eso es necesario abrir esos espacios.
Sobre las insistencias en responsabilizar a la Fuerza Armada de acompañar al presidente Nayib Bukele en un intento de golpe de Estado el 9 de febrero de 2020, Merino Monroy dijo que eso es como “moler el agua”, es decir moler nada, porque ya todo está explicado y aclarado de que el Ejército solo brindó seguridad al presidente Bukele y que no hicieron nada fuera de lo legal.
El 9F ha quedado como un día negro en la democracia salvadoreña por la irrupción en el Salón Azul por la fuerza por parte de Bukele, quien además usurpó la silla del presidente de la Asamblea y abrió la sesión plenaria en un intento de presionar para que le aprobaran un préstamo.
Merino Monroy también defendió la “transparencia” con la que dice trabaja hoy la Fuerza Armada y que permite incluso conocer interioridades como las que han denunciado altos oficiales. Incluso dijo que en la reciente reunión con el Encargado de Negocios de la Embajada de EE. UU., este no les ha pedido que tengan un rol apolítico en el proceso electoral sino que ellos le aseguraron que desempeñan ese rol como Fuerza Armada y que el funcionario lo enfatizó.