No cierren las bibliotecas, no despidan a los bibliotecarios, pide asociación

Los cierres de los espacios culturales se han dado en alcaldías, universidades y centros escolares, de acuerdo a la entidad. El viernes darán una conferencia de prensa para ampliar el tema. Urgen de una ley de bibliotecas en el país para evitar dichas situaciones

descripción de la imagen
Fotografía del 2016. Este día se celebró el Día del Bibliotecario. Foto EDH/ Archivo

Por Cristian Díaz

2021-06-16 8:00:13

La Asociación de Bibliotecarios de El Salvador (ABES), en representación del colectivo de los administradores de la información, denunció y rechazó “el cierre, desmantelamiento de bibliotecas y despidos injustificados de bibliotecarios”.

Entre ellas está el cierre de la biblioteca municipal de Sonsonate, que funciona desde el 1 de septiembre de 1901, de acuerdo a Wilfredo Cea, quien está enfrente de la misma desde 1980.

El también escritor e historiador señaló que la nueva administración municipal le comunicó que la biblioteca será cerrada, aunque no le han especificado una fecha.

No es la primera ocasión que una administración municipal prevé cerrarla ya que Cea dijo que en el 2019 hubo un intento por clausurar los servicios.

PODRÍAS LEER: Maestros del Cenar reclaman traslado injustificado y la decisión de que impartan clases en escuelas públicas

En ese entonces logró mantenerla abierta; pero la trasladaron al sector norte del Palacio Cultural.

“Me veo con el tropiezo que continúa ese tipo de deseos de querer cerrar la biblioteca, siendo un patrimonio cultural. No simplemente es una biblioteca donde se coleccionan libros; sino que es una biblioteca que ha servido por generaciones a muchos jóvenes. Ahora con la tecnología ha cambiado; por ende me había convertido en crear un centro de investigación histórica y literaria para dar información relacionada a Sonsonate”, expresó Cea.

A su criterio, la decisión de la alcaldía para cerrar la infraestructura se debe al anuncio de la administración municipal y del gobierno para la construcción de tres denominados Centro Urbano de Bienestar y Oportunidades (CUBOs) en las comunidades Sensunapán, San Genaro, y Las Palmeras.

Además de un Instituto Tecnológico Digital (ITD) en las instalaciones donde funcionó la conocida como La Carcelona y que recientemente fue clausurada.

El Diario de Hoy llamó a la comuna para obtener la versión del cierre de la biblioteca; pero la recepcionista del conmutador señaló que los encargados del área de comunicaciones no se encontraban tras intentar contactarlos en su oficina.

Cea indicó que uno de sus compañeros, Bertín Trigueros, le comunicó que la administración llegó a observar el lugar donde funciona la biblioteca porque, aparentemente, pretenden convertirlo en un centro de acopio para guardar colchonetas y agua, entre otros recursos.

“El cierre de la biblioteca es un daño al patrimonio cultural; al grado que yo la quería convertir en un museo, porque más adelante posiblemente ya no tengamos biblioteca, donde la gente venga y conozca cómo era”, indicó el actual encargado.

TE PUEDE INTERESAR: 10 claves para entender lo que el Ministerio de Cultura ha hecho a un año de una nueva gestión

Antes de la pandemia contaban con más de 2,000 socios. Actualmente tienen 6,300 libros de diferente temática.

La ABES indicó, a través de un comunicado, que la situación de cierres se ha dado en bibliotecas municipales, escolares, y universitarias, por lo que solicitaron “la reapertura de las bibliotecas que se encuentran cerradas en estos momentos y reincorporación del personal que brindan sus servicios en ellas.

Apelamos a la sensibilidad y empatía de todo el gremio bibliotecario y de la comunidad salvadoreña en general, condenando todo hecho que atente contra las bibliotecas, los bibliotecarios y los derechos fundamentales de los ciudadanos”.

El síndico de la junta directiva de ABES, Jonathan Pleitez, informó que el viernes a las 10:00 de la mañana en conferencia de prensa darán a conocer más detalles de los cierres de las bibliotecas que han ocurrido tanto en el sector público como privado.

Sin embargo, reconoció que uno de los casos más preocupantes es el aparentemente cierre de la biblioteca de Sonsonate.

“Sí tenemos instituciones que han sido afectadas; particularmente nos llama fuertemente la atención la de Sonsonate que tiene alrededor de 117 años, hay personas en silla de ruedas que están atendiendo la biblioteca y que no solamente están atentando contra el derecho a la educación, el acceso a la información y a la libertad de expresión; sino que inclusive contra estas personas. Entonces en particular nosotros tenemos ya ese caso que ya es público; sin embargo, hay casos de otros colegas que lamentablemente los han removido de sus cargos, les han bajado sus salarios (e) inclusive los han sacado completamente de las instituciones y han cerrado las bibliotecas”, indicó Pleitez.

Agregó que las bibliotecas son importantes en las sociedades para que sus ciudadanos estén mejor informados y puedan tomar decisiones adecuadas. Por ello, señaló la importancia de mantener abiertas las bibliotecas.

En el 2019 -dijo- los ministros de Cultura firmaron un acuerdo en Colombia donde declararon al 2021 como el Año Iberoamericano de las Bibliotecas, lo que contrasta con la situación de dichos espacios en el país en la actualidad.

RECOMENDAMOS: Ministerio de Cultura inicia mudanza de Biblioteca Nacional por construcción de nuevo edificio

Una de las adversidades que enfrentan dichos espacios es que en el país no cuenta con una ley de bibliotecas ni de bibliotecólogos a pesar de que en 1973 se creó la carrera de bibliotecología en la Universidad de El Salvador.

“Para nosotros sí es importante que se mantengan abiertas, que nos den ese espacio para poder llegar a las comunidades y que se invierta también en las colecciones, no sólo en espacios de infraestructura sino que en especialistas. Nosotros aplaudimos que tengamos una nueva biblioteca nacional, que tengamos espacios de reinserción laboral, de tejido social, que sí son importantes y son valiosos; pero también deben de estar acompañados de un profesional en el área. De lo contrario serán espacios que van a estar ahí sin sentido. Lo que le da sentido a una biblioteca son sus especialistas”, finalizó Pleitez