Militares restringen paso a salvadoreños que viven en exbolsones

Representante de una comunidad conformada por 29 familias transportaban un donativo pero les fue impedido el paso

Video EDH / Iliana Ávila

Por Iliana Ávila

2021-05-29 5:40:52

Refugiados bajo plástico negro y con un fogón improvisado para darse calor se encuentran un grupo de habitantes del caserío Las Trojas, en el punto fronterizo de Perquín, zona de los exbolsones, debido a que militares de la Tercera Brigada de Infantería no les permitieran pasar un donativo de ropa de segunda mano y víveres otorgados por una iglesia Bautista.

Santos Vicente Argueta, junto a otros miembros de la comunidad se encuentran en el punto fronterizo conocido como Poza Negra desde la mañana del viernes y está decidido a esperar hasta el próximo lunes una respuesta favorable.

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"La Iglesia Bautista coordina con Bernabé Guzmán de la Tejera (Perquín) y él conmigo, esto llegó hace 15 días a la Tejera pero hasta el viernes logramos conseguir traerlo, ya había un acuerdo pero cuando vieron las cosas dijeron que se trata de un negocio".

Foto EDH/ Iliana Ávila

Los militares le comunicaron que el donativo deberá de ser trasladado a una aduana en este caso El Paso del Mono, punto fronterizo con Honduras, para realizar los tramites correspondientes, pero ellos aseguran que esto significa más de un día de camino de no encontrar transporte.

"No nos vamos mover, porque queremos que este paso sea libre como antes, porque el único lugar que tenemos para comprar es Perquín y este paso es el que más cerca nos queda", dijo Vicente Argueta.

Otro de los afectados dijo que las restricciones se dieron durante el confinamiento para evitar la propagación del nuevo virus.

Julia Nolasco, de 54 años, caminó más de una hora hasta Poza Negra para poder llevar a sus familiares y amigos algunas tortillas, como ella otras personas se han acercado para llevarles comida.

Julia vivió en el caserío las Trojas hasta inicios del año pasado, su nieto estudia en el centro escolar de Perquín pero con el cierre del paso ciego decidió irse a vivir al cantón Casa Blanca dentro del territorio salvadoreño y así evitar que su nieto perdiera el año escolar.

Foto EDH/ Iliana Ávila

Edgar Argueta, miembro de la comunidad Las Trojas, aclara que ellos no se encuentran detenidos, "si no que las cosas, y no queremos dejar que se las lleven, y nos vamos a mantener para llegar a un acuerdo" en señal de protesta y en un intento de recuperar la libre circulación por este punto.

Para llegar a el paso Poza Negra se debe de circular por una calle rural que conecta con el río Negro, luego cruzar el afluente a pie y la carga por medio de "bestias" pero cuando el caudal crece usan una garrocha de la que depende una especie de canasta de hierro, y continuar caminando hasta llegar al caserío La Trojas, es decir cerca de dos horas si el trayecto se realiza caminando.