La agonía del mercado Tinetti, en San Salvador, hogar del famoso sopón de patas

Vendedoras del mercado del barrio San Esteban de la capital han pedido durante más de 15 años apoyo para mejorar sus condiciones, pero han sido ignoradas.

Decenas de puestos que ofrecían sopa de patas, comida casera y tortillas están abandonados. Con la pandemia aumentó el número de cierres.

Por Menly Cortez

2020-12-13 9:09:25

Durante años, el mercado Tinetti fue uno de los puntos de referencia en San Salvador para disfrutar de una sopa de patas, en la zona de cocinas aún se observan varios rótulos de negocios que ofrecían el platillo típico, pero son muy pocos los comerciantes que continúan preparándolo a diario.

Al fondo del área de cocinas, en el local 718, Ismenia de Granados prepara afanada la sopa de patas, mientras su esposo José Óscar Granados recorre el pasillo buscando clientes. “Ha sido difícil continuar y aún más después de la cuarentena estricta”, coincidieron ambos.

“Pandillas llevaron el mercado al olvido”: clientes del Tinetti

Los esposos Granados aseguran que solo la perseverancia les ha permitido continuar con la tradición de la sopa de patas del Tinetti, pues Ismenia continúa preparando la receta que su madre Ana Trinidad López preparó durante años en este mercado, incluso desde antes de la actual estructura que tiene alrededor de 30 años, “mi mamá vendía aquí cuando eran negocios de lámina”, contó Ismenia.

Reymunda Amaya atiende a una de sus clientes que le confía la confección de sus prendas desde hace años. Varios de los locales vecinos están vacíos. Foto EDH / Menly Cortez

El reloj marcó mediodía y Luisa, junto a su hermano Juan Pablo Quintanilla, llegan a disfrutar la sopa del puesto 718 con el nombre “Sopa de pata Meni”. Los hermanos comentan que desde que cada quien decidió forjar su vida lejos de casa, degustar una sopa en este lugar es un momento para reconectarse y ponerse al tanto, es una costumbre que hacen cada cierto tiempo, “yo vengo de Credisa y ella de la zona de la Miralvalle”, comentó Juan Pablo.

Luisa Quintanilla agregó “pero casi no venimos, a veces mandamos a pedir, es que comprendemos que esta zona es de cuidado”.

FOTOS: ¡Con cebollita, por favor! La deliciosa sopa de patas del mercado Tinetti tiene más de 20 años de tradición

Y es que al igual que los clientes, las vendedoras están conscientes que el mercado Tinetti se volvió un foco rojo de la delincuencia. “Es un reto domar este mercado”, comentó una vendedora, que pidió no se publicara su nombre y que se le llamará María.

María, una vendedora veterana del centro de San Salvador, ha visto por años el desenvolvimiento del comercio informal, pues tiene 55 años siendo vendedora de carnes, “aquí ni a los candidatos a alcalde les gusta venir, porque les echamos en cara el abandono en el que nos tienen todos los que han pasado por la alcaldía” dijo.

La vendedora recordó incluso cuando el actual presidente Nayib Bukele llegó a prometerles iluminación, seguridad y la publicidad del mercado, algo que nunca llegó. A pesar de esto, ella se preocupa por el ornato y las actividades recreativas del mercado y como todos los años montó con ayuda de otros vendedores el nacimiento del niño Jesús y dos árboles de navidad en distintos puntos de la primera planta del mercado.

La última vez que el mercado Tinetti recibió algún tipo mantenimiento fue en 2008, cuando la alcaldía apostaba a la revitalización de los espacios del Centro Histórico. Foto EDH / Menly Cortez

En otro espacio, Reymunda Amaya Amaya, de la zona de los sastres, comenta la misma historia al preguntarse sobre el abandono del mercado, “cuando la oficina de distrito 3 funcionaba aquí venía un poco más de gente, el mercado era más alegre y la gente compraba o nos buscaba más”, comentó.

Amaya tiene 30 años de confeccionar y arreglar prendas de ropa en su puesto ubicado en un corredor de 10 locales, donde es el único que está abierto, aunque ella comenta que en esa zona hay otro sastre que todavía trabaja pero que no abre temprano ni llega todos los días como ella.

Los esposos Granados preparan la sopa de patas en su puesto del Tinetti. Foto EDH / Menly Cortez

Amaya, mientras mide una tela para confeccionar una falda, recuerda los tiempos violentos del Tinetti. “A veces me enceraba en mi puesto hasta que los muchachos se iban, porque venían a cobrar la renta y yo no tenía para pagarles”, contó la comerciante, pero asegura que este episodio ha terminado, pues los soldados y policías patrullan constantemente la zona y dentro del mercado.

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Sin embargo, las y los vendedores coinciden en que el descuido del inmueble y su ubicación no lo vuelven muy atractivo. Marta Guevara asegura que la tarifa del puesto donde vende pollos es de $40 y que esta no ha cambiado desde hace muchos años.

Guevara cree que el bajo costo de los espacios y los pocos puestos abiertos no aporta tampoco al mantenimiento del edificio, pero cree también que el poco interés de la administración y de la alcaldía los afecta.

A pesar de esto, Guevara, al igual que el resto de vendedores, abre su negocio y espera clientes nuevos desde las 6:00 am hasta las 4:00 pm de lunes a domingo.

El Diario de Hoy intentó buscar la opinión de la municipalidad sobre el estado del mercado, pero no recibió ninguna respuesta.