Los humedales bajo presión por contaminación y depredación

Estos sitios son claves para la vida de muchas especies, incluso del hombre. Señalan la necesidad de planificar e invertir más en su conservación

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Foto EDH/ Archivo

Por Susana Joma

2022-02-01 9:30:57

Aunque los humedales de agua dulce y salada generan muchos beneficios a las comunidades que se asientan a sus alrededores, la mayoría de los que existen en el país siguen en franco deterioro, expresó el biólogo marino Enrique Barraza.

Los humedales son extensiones de tierra que están inundadas de manera permanente y son el hogar de muchas especies de fauna y flora.

En el marco de celebrarse este 2 de febrero el Día Mundial de los Humedales, Barraza precisó que la acumulación de desechos sólidos, particularmente plástico; la erosión; así como la tala de estos bosques para impulsar la actividad agrícola y ganadera son parte de los problemas que pesan sobre estos sitios.

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La celebración del Día Mundial de los Humedales, que fue decretada en 1977, tiene como objetivo proteger estos ecosistemas y la fecha corresponde a la conmemoración de la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, celebrada en 1971 en Ramsar, Irán.

El biólogo marino explicó que el país cuenta con aproximadamene 126 humedales en todo el territorio, algunos de agua dulce, otros son estuarios (mezcla de agua salada y marina), otros son marinos y algunos una combinación de los tres.   

Del total de humedales existentes ocho, a la luz del Convenio Ramsar, han sido catalogados sitios de importancia internacional: tal es el caso de Barra de Santiago; laguna El Jocotal;  Bahía de Jiquilisco; Cerrón Grande; estero de Jaltepeque; Los Cóbanos; laguna de Olomega y lago de Guija.

La importancia de todos estos humedales o también llamados sitios Ramsar estriba en que son el hábitat o refugio de aves y otra diversidad de animales, de flora, generan beneficios económicos y son protección ante huracanes, eventos climáticos extremos y otros.

Según detalló el doctor Barraza,  la laguna El Jocotal fue el primer sitio Ramsar del país; en ella habitan algunas especies de peces; mientras en el lago de Güija habita una almeja de agua dulce que está en peligro de extinción, misma que se cree también existió en la laguna de Metapán.

Casi todos los países del mundo han suscrito esa convención, bajo la cual tienen que realizar  actividades de desarrollo sostenible, conservación, propiciar el uso precautorio de los humedales, aplicar la legislación nacional y las recomendaciones.

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El doctor Barraza detalló que entre los humedales más afectados está la laguna de Metapán, que forma parte del Complejo laguna de Güija, que tiene una superficie de cuatro kilómetros cuadrados durante la época de lluvia, pero que hoy está muy contaminado por las descargas de aguas residuales del municipio.

Según el investigador, en esta época que el agua se evapora y que no hay aporte de lluvias en la laguna de Metapán son evidentes los problemas de usurpación de tierras.

“Hay cerca en medio de la laguna de Metapán. Incluso esas tierras se utilizan en época seca como zonas para que el ganado se alimente de grama y esa es un área nacional”, expuso.

Otro en situación complicada es en el Cerrón Grande, debido a que los químicos contaminantes provenientes de las actividades agrícolas y ganaderas, al llegar a las aguas favorecen una sobrepoblación de algas que a su vez genera un desbalance de elementos en estos cuerpos de agua, conllevando a la muerte de especies.

El  biólogo marino detalló que la deforestación que ocurre en las cuencas de los humedales es la que provoca que los restos del suelo lleguen hasta esos espejos de agua y genere un problema de sedimentación.

La mayoría de sitios Ramsar son áreas naturales protegidas bajo responsabilidad del Ministerio de Medio Ambiente. 

En ese contexto cuentan con un cuerpo de guardarecursos encargado de desarrollar proyectos, políticas ambientales, trabajo con la comunidad y locales.

Barraza expresó que la cartera de Medio Ambiente destina fondos propios para desarrollar programas en los humedales, además de que al esfuerzo se suman fondos de los cooperantes. Sin embargo, subrayó que se requiere mayor presupuesto.

“Se han hecho esfuerzos, hay inversiones, hay apoyo de gobiernos amigos, instituciones amigas, pero el problema aún no se ha resuelto totalmente”, insistió.

Editan libro sobre moluscos del país

El doctor José Enrique Barraza, quien es investigador asociado del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), ha editado y publicado el libro Moluscos acuáticos de áreas rocosas en El Salvador.

Barraza explicó que el libro, de 234 páginas, lo desarrolló entre el primer y segundo trimestre del 2020, con el fin de presentar a investigadores, personas interesadas en la biodiversidad marina, así como turistas, información impresa e imágenes sobre parte de la riqueza marina del país.

El libro, que tiene como objetivo generar conciencia entre los lectores, reúne información actualizada, incluyendo los nuevos nombres que se han dado a algunas especies, así como nuevos registros.

Los interesados en el libro, que tiene un valor de $15.00, pueden escribir al correo cmeyer@ufg.edu.sv o  contactar al teléfono 22492701.