Médicos del Servicio de Neurocirugía del Hospital de Niños Benjamín Bloom denunciaron que llevan más de dos años realizando cirugías para extirpar tumores cerebrales sin un aspirador ultrasónico, instrumento utilizado para succionar tejido del cerebro que es de vital importancia en este tipo de intervenciones quirúrgicas.
Pablo González, neurocirujano del centro hospitalario, afirmó que dicho instrumento es determinante, ya que sirve para hacer una extracción del tejido cerebral con mayor precisión y sin dejar daños en arterias y otros segmentos del cerebro; sin el mismo, el grado de riesgo en las operaciones crece exponencialmente, aseguró.
El último instrumento que tenían quedó obsoleto hace dos años, por lo que era un riesgo seguir utilizándolo en las cirugías (leer nota aparte).
“No es posible que esto esté pasando; se supone que somos uno de los hospitales de vanguardia en Centroamérica”, reprochó el especialista, quien días atrás denunció la falta del instrumento quirúrgico por medio de su cuenta de Twitter.
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Además de realizar con mayor precisión las neurocirugías, González sostuvo que el aspirador ultrasónico ayuda a reducir los tiempos de operación. Una operación de este tipo puede durar entre ocho a diez horas, tiempo que se reduce con el artefacto, dijo.
Eso sí, señaló que la reducción de tiempo es un aspecto secundario. “Lo primordial y más importante es el daño mínimo que se pueda hacer a la estructura cerebral de los pacientes”, manifestó.
Asimismo, se reduce la utilización de anestesia y el tiempo de estadía de los pacientes en la Unidad de Cuidados Incentivos, aclaró González.
Otro de los neurocirujanos del Bloom, Christian Pineda, coincidió con su colega en que al extraer tumores sin el aspirador ultrasónico se comprometen partes vitales del cerebro y se corre el riesgo de que haya problemas en las operaciones. “En todo hospital que se dedique a tratar tumores en cualquier país desarrollado, es de regla tenerlo”, aseveró.
Petición cayó en saco roto
Pese a las insistentes solicitudes que el Servicio de Neurocirugía hizo a la Dirección del hospital Bloom, todavía no han logrado que se les proporcione un nuevo aparato para las cirugías, detalló González.
“Las autoridades sólo nos dicen que lo conseguirán, que están esperando donaciones, pero no dan una respuesta. Imagínese, a veces no hay ni antibióticos”, consideró González.
El médico señaló que un aparato de este tipo puede costar entre $110,000 y $200,000, dependiendo de su configuración, es decir el tipo de operación que se vaya a realizar y su grado de complejidad. Incluso, dijo que él ha presentado un presupuestos a la Dirección del hospital y siguen sin tener respuesta.
Es más, detalló que han habido padres de familia que han alquilado uno de esos instrumentos en sitios privados, a un costo de aproximadamente $1,700, precio que es de los más bajos por el hecho de que se trata del hospital Bloom, detalló González.
El médico aseguró que sin este instrumento se siguen realizando operaciones con mayor riesgo y no se está garantizando que los niños tengan un menor deterioro de la estructura cerebral, pues las operaciones se están realizando con un aspirador que no es de la tecnología adecuada.
Por su parte, Pineda confirmó que ante las peticiones hechas por los médicos a las autoridades del Bloom, no han recibido respuesta alguna. “No nos dicen que no (repondrán la máquina), pero tampoco nos dicen que sí”, sostuvo.
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En el hospital se realiza, en promedio, una cirugía de extirpación de tumor cancerígeno a la semana, la mayoría de las cuales son de alto riesgo, detallaron los médicos consultados.
El Diario de Hoy pidió al Ministerio de Salud una postura de las autoridades del hospital Bloom sobre la falta del instrumento quirúrgico. La oficina de comunicaciones señaló que habían trasladado la petición a los funcionarios pertinentes, pero se explicó que estos, hasta el cierre de esta nota, no habían dado una opinión sobre el caso.
González sostuvo que sin el aspirador ultrasónico, realizar las operaciones es como estar en un quirófano de hace más de 40 años atrás: “Sin ese aparato es como operar en los años 70”.
Este instrumento, junto con el microscopio quirúrgico y el coagulador bipolar, “es lo menos que tiene que tener un servicio de neurocirugía”, detalló el médico.
González manifestó que los médicos de ese centro hospitalario no pueden ocultar su preocupación ante la posibilidad de que una intervención tenga resultados negativos, pues son los doctores los que “ponemos la cara” ante los padres de familia ante cualquier imprevisto.
El presidente del Colegio Médico, Milton Brizuela, sostuvo que un hospital de tercer nivel como lo es el Bloom debe tener, por obligación, un aspirador ultrasónico entre sus implementos. “En un hospital de especialidades o de tercer nivel que realiza cirugías de tumores cerebrales, debería estar funcional (el aspirador ultrasónico) siempre. ¿Cuanto vale la vida de un ser humano, principalmente un niño?”, cuestionó Brizuela.