Médico es despojado de edificio y el inmueble es registrado con una escritura falsa

Para sorpresa de su verdadero dueño, el inmueble de dos plantas, valorado en $ 190,000, fue traspasado a nombre de otra persona con tan solo la inscripción en el Centro Nacional de Registros y una escritura falsa emitida por notario.

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Por Jaime López

2019-01-25 9:12:57

De la noche a la mañana José (nombre ficticio) fue despojado de un edificio de 500 metros cuadrados y de dos plantas, valorado en 190 mil dólares que heredó de su abuelo en 2003, en la colonia Guatemala y Calle 5 de Noviembre en San Salvador.

Desde que asumió la herencia dio diversos usos a la propiedad, como la instalación de una fábrica y alquiler parcial de sus partes hasta enero de 2018, cuando lo rentó a un nuevo cliente y este llegó al local, una persona le indicó que la propiedad ya no era del médico, sino que tenía un nuevo dueño.

A José le extrañó esa situación, pues asegura que no lo había vendido ni traspasado a nadie. Tampoco se había descuidado del inmueble, pues dice que “en los últimos cuatro o cinco años lo había mantenido ocupado como bodega”.

De inmediato fue a la División Central de Investigaciones (DCI) de la Policía Nacional Civil a denunciar que había sido despojado del edificio de forma fraudulenta.

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Además, fue al Centro Nacional de Registros, donde se supone que está resguardada la titularidad de los bienes en El Salvador; sin embargo, en el Registro de la Propiedad, Raíz e Hipoteca, mediante dos certificaciones: una extractada y otra literal, confirmó que su propiedad había pasado a nombre de José Reynaldo Quintanar Rivera.

“Ni en vista ni en documentos he conocido a ese señor, mucho menos he negociado mis bienes ni vendido nada”, asegura José.

Seis meses después de haber denunciado esa situación ante la Policía, asegura que un fiscal de la Unidad de Defensa de los Intereses del Estado lo citó a su despacho. Ahí fue interrogado sobre el hecho.

“Me entrevisté con el fiscal que llevaba el caso y quien prometió que procederían con todo en el caso. Yo le dije que se habían apropiado de la casa, que ya estaban adentro (había moradores) y que decían que tenían documentos que los acreditaba como nuevo propietario”, afirma la víctima.

El trámite de la denuncia quedó en espera debido a que llegaron las vacaciones agostinas.

El Centro Nacional de Registros investiga 125 propiedades como esta, que fueron detectadas con irregularidades a la hora de ser inscritas. Foto EDH Ricardo Flores

Pero José no esperó el curso de la denuncia en la Fiscalía, y decidió acudir al Registro de la Propiedad, Raíces e Hipoteca del CNR, a la sede central en San Salvador, y ahí pudo comprobar que su propiedad había estado hipotecada pero que ya había sido cancelada.

“Me fui al banco y ahí me dijeron que era mentira, que la hipoteca no estaba cancelada, y que no era el primer caso que ellos tenían, que varias personas pasaban por eso: que hacían una escritura, que falsificaba la firma del abogado del banco o daban nombres de exapoderados y hacían una serie de traspasos”, relata el ofendido.

Las vacaciones agostinas de 2018 habían pasado pero pasados uno o dos meses, el fiscal no retomaba el caso, asegura José, por lo que envió una nota en la que le pedía que “por favor diera continuidad a la investigación del caso”.

Poca atención a estos casos

“ Presenté un escrito a la Fiscalía solicitándoles que intervinieran y que por favor se dirigieran al CNR para evitar que siguieran haciéndose traspasos, porque es una forma en la que se complica la legalidad de las propiedades, porque entran terceros, en teoría, de buena fe”, explica.

Pero dice que le pusieron peros. “Fiscalía no me quería recibir el escrito, la persona de la recepción llamó a un fiscal para que autorizara que se recibiera y a regañadientes aceptaron el documento y firmaron de recibido, no querían hacerlo”, se queja José.

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En las pesquisas que hizo por su cuenta en las instituciones como el CNR, descubrió que la delincuencia que se dedica a estos ilícitos, utilizan métodos como crear un testimonio de una escritura, en el que el notario da fe del escrito, no presentan la escritura con firmas del propietario del inmueble, sino solo el testimonio que no requiere firmas, más que la del notario para inscribir una compraventa en el CNR y en la que el inmueble pasa a nombre de otra persona.

En ese trámite irregular, José descubrió que han intervenido dos notarios y que en el trámite de inscripción ante el CNR, el registrador les hizo dos prevenciones (errores que tenía el documento y que debían solucionarlo), a los que contestaron, pero sin superar la falla, que tenía que ver con uno de los cinco nombres mal escritos de la víctima.

Y aún así, el registrador inscribió el inmueble a nombre del nuevo dueño.

“Esto hace que empiece uno a dudar, ¿habrá gente del CNR Involucrada?, porque ellos son quisquillosos cuando uno va a inscribir algo, no puede haber un fallo de nada, porque se lo observan o se lo señalan”, compara José.

“En el testimonio de la escritura mi nombre está mal escrito, y no coincide con la escritura original en la que yo entro a ser el propietario, entonces, cómo es posible que la hayan pasado por alto dos veces en el CNR”, cuestiona además.

La víctima es médico, pero el año pasado se graduó de abogado, lo que le ha servido para tener mayor conocimiento del problema y opciones legales que puede seguir.

Valor del inmueble

190,000 dólares

Es el valor económico del edificio del que es propietario el médico pero que le despojaron, según él, con documentos fraudulentos. La víctima asegura que nunca ha vendido o traspasado en inmueble situado en la col. Guatemala.

La víctima aclara que, “si hay una escritura previa donde se ha escrito el nombre de una forma, mi nombre es largo, tengo dos nombres conocidos y no aparecen. Están cortados, eso no vale (el documento inscrito), cualquier notario lo detecta pero en el CNR lo pasaron dos veces”, dice sorprendido José.

El médico también acudió a la sección del notariado de la Corte Suprema de Justicia para pedir la copia o certificación de las escrituras que tienen los abogados donde dicen ellos que él firmó la compra-venta.

El trámite en la Corte es lento, porque hay que pedir un libro que está en archivo, para el cual asignan a un resolutor. Pasado este trámite, el funcionario de la Corte le notificó a José que ya se había localizado el libro solicitado, pero al llegar a la sección le dijeron que hubo una confusión, que el documento al que se refirieron fue solicitado por otra persona antes.

“Alquilen previo a mí, había solicitado el mismo libro de protocolo, eso me indica dos cosas: una, que hay otros interesados que han pasado lo mismo y andan buscando el mismo protocolo del abogado, porque buscan escrituras chocas o que no corresponden a las escrituras del protocolo”, explica la víctima.

La víctima es médico, pero en 2018 se graduó de abogado, lo que le ha servido para tener mayor conocimiento del problema y opciones legales que puede seguir. Foto EDH / Ricardo Flores Foto EDH/ Ricardo Flores

Todo parece, asegura el afectado, que tomaron el nombre de un notario, su número de protocolo, un número de instrumento y lo hicieron comparecer en un testimonio de escritura pública falsa.

“Eso es falsedad ideológica y puede ser que hayan falsificado firmas; en enero cumplió un año ese caso”, califica José. Y lo más lamenta es que la Fiscalía aún no reporta avances significativos del proceso.

¿Qué dicen las instituciones?

El Diario de Hoy solicitó a la Fiscalía poder entrevistar al fiscal del caso para conocer el trámite de la denuncia; sin embargo, el vocero de prensa afirmó que el fiscal del caso había dicho que no podía revelar detalles porque están investigando y en esa condición no podían remitirse a ese proceso.

De igual forma se acudió al CNR para conocer cómo fue que se inscribió la propiedad de la víctima a nombre de otra persona y en la que en el trámite el registrador advirtió de fallos y aún así fue inscrito a nombre otra persona.

El CNR informó a El Diario de Hoy, que aún se encontraban haciendo las investigaciones del caso para brindar una postura frente a este ilícito.

Este periódico también buscó al “nuevo” dueño del inmueble para conocer la legalidad del trámite que siguió para supuestamente adquirirlo y qué dice a la denuncia del médico que lo reclama por la vía legal, pero el edificio estaba cerrado. Pese a que se le dejó un número para que se contactara con el periodista, nunca respondió a la petición.

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