Roberto Ramírez, médico general de 28 años, denunció en Twitter que fue recontratado el jueves por el Ministerio de Salud, le asignaron plaza vía telefónica, se presentó a trabajar el 1 de octubre, pero el mismo día por la tarde le comunicaron que había una orden del Ejecutivo de no renovarle contrato, específicamente, a él.
Ramírez considera esto una persecución política, pues en la red social ha sido muy crítico con la administración Bukele, como cuando denunció que a los doctores les estaban descontando los días que se fueron a cuarentena por haberse contagiado de COVID-19, a pesar de que habían sido contratados, justamente, para atender a pacientes con la enfermedad.
El médico dio más detalles en conversación con El Diario de Hoy
El doctor Ramírez fue parte del personal de salud contratado para la emergencia por COVID-19, del periodo 23 de marzo a 23 de septiembre. Quedó desempleado al día siguiente, a la espera de una oportunidad laboral; y se llenó de esperanza el 30 de septiembre, cuando el ministro de Hacienda dijo en conferencia de prensa que el Gobierno iba a absorber a todo el personal de salud de primera línea que había sido contratado de forma temporal.
“El jueves, estaba dormido cuando me llamó la jefa de recursos humanos de la región de Salud central, Carolina de Amaya. Me dijo ‘quiero avisarle que hay plazas disponibles, siempre contratación para 3 meses para luego dejarlo fijo. Es en la Unidad de Salud de Lourdes'”, narra el médico, quien tomó a bien la oportunidad porque ya en 2019 había trabajado nueve meses en dicha unidad.
La plaza era de $1,200, igual que la que había devengado en la Unidad de Salud Díaz del Pinal, en Santa Tecla, donde se convirtió en el jefe de la unidad COVID-19.
De Amaya, según Ramírez, le pidió al médico que se presentara esa misma mañana del jueves. El doctor se comunicó con el director de la unidad de salud de Lourdes, y le asignó horario de 10 a.m. a 6 p.m. Hasta ahí, todo normal. Ramírez se presentó, le dieron el número de marcación 64 por huella digital, le asignaron un consultorio y empezó a atender pacientes, después de saludar alegremente a los que habían sido sus compañeros en el área de enfermería, laboratorio clínico, saneamiento, odontología, etc., como narra el profesional.
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“Esa unidad es bien demandante, se ven bastante pacientes ahí, el año pasado veía 42 al día. El jueves, en hora y media había visto ya nueve”, cuenta Ramírez, quien en Twitter detalló que estaba atendiendo a un paciente con síntomas de dengue, cuando recibió una llamada. “Como a la 1 p.m., me llama la licenciada (de Amaya). Me dijo ‘le tengo malas noticias, fíjese que por orden del Ejecutivo me manifiestan que ya no hay fondos para las contrataciones. Por tanto, ya no vamos a necesitar de sus servicios'”, describe Ramírez ese momento.
Terminó de atender al paciente, luego a dos más, y se fue a preguntar qué hacer al director de la unidad de Salud. El director no lo podía creer y le llamó directamente a De Amaya, quien reconfirmó la decisión. Preguntó también el director si con los demás médicos recontratados ocurriría la misma situación, y según Ramírez, la respuesta fue “no, es el único, solo al doctor Ramírez no se le va a renovar contrato. Mañana (viernes) le va a llegar el nuevo equipo que le va a apoyar en consulta general y área COVID”.
Ramírez solo almorzó con el resto del equipo, que le había preparado una bienvenida que al mismo tiempo se transformó en despedida. Lamenta el médico que “todavía me deben pago de agosto-septiembre”, y en su Twitter escribió que ese jueves en Lourdes “me despedí y les agradecí a todo el personal por la bienvenida y despedida que me dieron… no sé si pensar mal o que señor ministro @FranAlabi, no sé si es venganza por decir la verdad, pero lastimosamente es antiético, antimoral lo que hicieron este día. Espero que la persecución política alguna vez cese. Tal vez el señor ministro Rolando Castro (de Trabajo) haga algo”.
El doctor agrega que “llamé en dos ocasiones a la licenciada de Amaya y no me respondieron. Yo quería solicitar, imagino que tengo el derecho, de forma escrita el por qué me hicieron ir a Lourdes-Colón, y después me dicen que ya no. No me respondieron y ya no volví a intentar mejor”.
Insiste en que “por eso le pregunto al ministro (Alabí) si es una venganza o qué. Está bien si dicen que el doctor Ramírez no cumple con los requisitos, y que me los digan. Pero el mismo director de la unidad de Salud Díaz del Pinal, en Santa Tecla, pidió que me renovaran el contrato. Yo era el jefe de área de COVID. Y le dijeron que no, que no había fondos. Pero después le causó gracia, porque mandaron renovación de contratos para cierto personal, que ya asistió otra vez a la unidad de Salud”.