Alejada del glamour de la moda y el maquillaje, Mariela Carranza decidió meterse al lodo y solidarizarse con las personas que perdieron todo tras el desbordamiento del río Acelhuate la madrugada del 2 de junio durante las intensas tormentas.
Esa mañana, Mariela se despertó con la noticia que una de sus amigas que vivía a la colonia La Florida, a escasos metros del río, había perdido sus bienes a raíz de la inundación. Al conocer más detalles de lo que estaba pasando, ella y otros amigos decidieron armar un equipo que se dedicaría a labores de ayuda. Recorrió varios kilómetros desde su casa hasta la zona del desastre. Las imágenes que había visto en redes sociales no se comparaban con la realidad que tenía a la vista.
“No nos imaginamos cómo estaban sufriendo las personas. La corriente se había llevado todo. Nos metimos al lodo y llegamos hasta la última casa. Las personas nos dieron las gracias y señalaron que no cualquiera llega con ayuda”, señala la soberana, de 17 años de edad.
Su popularidad se dio a conocer luego de que sus amigos comenzaron a publicar en redes sociales una serie de fotografías donde se evidenció su trabajo en La Florida, en Buena Vista, en Aguilares; y en El Cariño, en Guazapa. De pronto la imagen de una reina sin corona llegó a varios usuarios, quienes le lanzaban palabras de ánimo y de felicitaciones.
“Esta crisis ha servido para demostrar que una corona no nos hace especiales. No lo hago porque soy reina del municipio ni para que la gente me mire. Desde muy pequeña me ha gustado ayudar. Sé que hay que ponerse en los zapatos de los demás porque yo sé cuándo uno no tiene nada”, señaló la joven.
Marta Elena López, su madre, se siente orgullosa y la presenta como una persona activa y solidaria. Dice que su hija desde que fue elegida reina comenzó a realizar varias actividades en un asilo del municipio y organizó el reparto de comida en varios puntos de la ciudad donde se estaban realizando jornadas de limpieza para frenar el COVID-19.
Un sueño en pausa
Mucho antes de salir del bachillerato, Mariela ya sabía lo que quería ser: doctora. Sin embargo, tuvo que tomar otro rumbo, ya que la falta de recursos económicos la llevó a estudiar la Licenciatura en Nutrición. “Lo escogí porque es mucho más barata y lo mejor es que no se aleja de la medicina”, detalló.
Se inscribió en una universidad privada de Chalatenango y estudió un ciclo durante el 2019. Estaba feliz por comenzar una carrera profesional, pero tuvo que dejarla en pausa debido a que el dinero no era suficiente para continuar. Buscó becas dentro de la alcaldía, pero la oferta académica era hacia la agricultura y la ganadería.
Sin embargo, asegura que está tranquila y con esperanza de encontrar la salida para lograr estudiar la carrera de sus sueños y seguir apoyando a los que necesitan de su ayuda.
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