45 supuestos mareros enfrentan la audiencia preliminar tras ser acusados de haber asesinado a once personas y privado de libertad de otras cinco que continúan desaparecidas, hechos registrados entre los años 2009 y 2016.
Los procesados fueron detenidos en septiembre del año pasado en el marco de la operación denominada “Tecana” que se realizó en Santa Ana y sus alrededores. De los 45 imputados, solo siete estaban presentes en la audiencia, mientras que el resto (38 imputados) estaban en video conferencia desde los penales de Zacatecoluca, Chalatenango y Ciudad Barrios.
Entre los procesados están los cabecillas César Antonio López Larios, Omar Stanley Mancía Ramírez, Ronald Israel Araujo Rodríguez y Gabriel Antonio Orellana Solito.
La mayoría de las víctimas fueron asesinadas por tratarse de pandilleros contrarios. También habrían asesinado a integrantes de su misma pandilla porque sospechaban que colaboraban con la Policía.
La Fiscalía cuenta con un testigo criteriado (con beneficios penales a cambio de colaborar) identificado con la clave Bond, quien ha confirmado que la mayoría de las personas raptadas por las pandillas son asesinadas y luego enterradas en cementerios clandestinos.
“Ellos son de la mentalidad de que si no hay cuerpo, no hay delito, ellos los que pretenden es deshacerse del cuerpo para que no sean juzgados por homicidio”, dijo uno de los fiscales del caso.
El testigo Bond declaró ala Fiscalía que las cinco víctimas raptadas por los pandilleros procesados fueron asesinadas y luego enterradas en lugares de difícil acceso. Ninguno de los cuerpos ha sido hallado.
“Se hizo el esfuerzo por parte de Fiscalía, pero no fue posible ubicarlos porque los terrenos ya fueron modificados, entonces no se pudieron ubicar”, dijo el fiscal del caso.
Estos 45 imputados son parte de los más de 130 detenidos en la operación Tecana. Algunos de ellos son acusados de lavar dos millones de dólares, producto de las extorsiones.