Un deslizamiento de roca y tierra de 80 metros cúbicos ocurrió la madrugada de ayer en el kilómetro 19 de la carretera de Los Chorros. El derrumbe causó el cierre de la carretera en ambos sentidos.
Por el riesgo existente, las autoridades de la Dirección de Protección Civil han restringido el paso a un solo carril.
Emilio Ventura, viceministro de Obras Públicas, aseguró que se desconoce la causa del deslizamiento, ya que no hay acumulación de agua por lluvia y se descarta que el sismo ocurrido a las tres de la madrugada tenga relación, pues el derrumbe fue entre la media noche y 1:30 de la madrugada del viernes.
Sin embargo, aseguró que la malla colocada en la zona no estaba en condiciones para sostener la tierra y roca que se desprendió.
“Esa malla fueron unos trabajos que se realizaron posterior a los sismos de 2001 y siempre ha estado monitoreada, pero la cantidad de roca que se desplazó es un tipo de roca que la malla ya no podía resistir y esa es la falla que tenemos”, manifestó.
Aseguró que por el momento se evaluará la construcción de un muro de contención y cambio de malla, similar a los que fueron colocados en 2018 en la zona donde ocurrió otro deslizamiento.
En cuanto a las medidas sobre mitigación de riesgo se evaluarían después de analizar el nivel de susceptibilidad del terreno, puesto que el lugar está identificado como una zona de riesgo en la carretera. Por el momento no se está considerando la dinamitación del lugar, pero es una opción que no se descarta.
Manuel Díaz, gerente de geología del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), explicó que el deslizamiento no fue por lluvia o sismo, sino porque la zona es inestable.
“Sismos intensos o lluvias tienen efecto acumulativo y poco a poco van minando los taludes que son verticales, inestables y también la vibración por el tráfico tiene una influencia a largo plazo”, explicó.
Agregó que dinamitar la zona y los taludes no es una de las mejores opciones porque esto puede provocar fracturas en las zonas aledañas.
“Es muy difícil de evaluar (la dinamitación). Si se piensa hacer una detonación es de evaluar qué tan fracturado está el macizo rocoso porque si está demasiado fracturado, al hacer una detonación lo que puede pasar es que no se va a tener control sobre lo que se va a venir”, enfatizó.
Horarios de circulación
La Comisión Nacional de Protección Civil habilitó el paso del transporte público y particular, desde las 7:00 p.m., del viernes. Con único sentido hacia occidente.
Luego estableció que a partir de hoy estará habilitado en sentido único con dirección de occidente hacia Santa Tecla desde la 5:00 a 8:00 de la mañana; de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. será en doble sentido; de 4:00 p.m. a 8:00 p.m. será sentido único hacia occidente.
La restricción para el transporte de carga con más de tres toneladas deberán utilizar rutas alternativas como el Bulevar Constitución, vía Quezaltepeque, San Juan Opico.
Las medidas de prevención de riesgo continuarán hasta el domingo 7, ese día habrá una evaluación en la zona del derrumbe y se dará a conocer si las disposiciones de restricción de tráfico en carretera Los Chorros se mantiene o se flexibiliza la circulación en la zona.
Protección Civil declaró zona de emergencia la carretera de Los Chorros para activar a las diferentes instituciones.
Afectados
Miles de personas se vieron obligadas a caminar por el cierre de la carretera Los Chorros debido a la remoción de escombros tras un derrumbe en el kilómetros 19.
Daysi Miranda, 25 años.
Ella caminó una hora 40 minutos con su bebé de tres meses en brazos, se dirigía a la Unidad de Salud Dr. Díaz del Pinal, Santa Tecla, pues tenía la cita del control mensual de su niña. Después, debía de ir a programar una cita al Hospital San Rafael y el cierre de la carretera le dificulta el llegar a tiempo a los centros asistenciales.
Ella aseguró que a diario siente temor de pasar por la carretera, sobre todo en época de lluvia porque considera que hay rocas que pueden caer en cualquier momento.
“Pienso que de nada sirve que arreglen, siempre pasan estos accidentes. La vez pasada arreglaron allá abajo, pero de nada sirve si aquí no arreglan. Esta carretera siempre da miedo, para mí que la cerraran de una vez porque uno siempre corre peligro”, dijo.
María Rivera, 71 años.
Caminó casi dos horas desde El Poliedro hasta la zona del deslizamiento. Ella, con una toalla rosada sobre su cabeza, lamentó que en la carretera con frecuencia se dieran este tipo de afectaciones.
Rivera se dirigía a la Unidad de Salud de Santa Tecla, ya que este día le iban a entregar el medicamento que debe de consumir para la presión . Además, tenía que programar una cita para su control.
Rivera considera que la carretera “da demasiados problemas” y el Gobierno debería de buscar opciones para resolver la situación, puesto que los trabajos que se realizan no son eficientes.
“Voy a pasar consulta, primero Dios voy a llegar. Solo porque me iban a dar la medicina me vine y llevó casi dos horas caminando. Aquí en esta carretera gastan y gastan y nunca hacen nada, estos problemas se dan siempre”, lamentó.
Cecilia Fuentes, 29 años
Fuentes tenía que entrar a trabajar a las 10 de la mañana, ella viajaba desde Nuevo Lourdes hasta Metrosur, San Salvador. Tiene siete meses de embarazo y llevaba caminando alrededor de 40 minutos.
El caminar bajo el sol le causó un poco de cansancio y le dificulta la marcha, pero consideró que no era del todo mala la situación, pues el ejercicio es beneficioso en estado de gestación.
“Hasta ahorita todo tranquilo, he venido caminando despacio, sé que el ejercicio es bueno; me preocupa el regreso porque no sé cómo voy a ser para venirme si la carretera sigue cerrada”, señaló.
José Ramos, 39 años
Ramos se dirigía a trabajar a Santa Tecla, caminó por 40 minutos junto a su hijo de seis años para llegar hasta la zona del deslizamiento. Él iba a trabajar, pero antes pasaría dejando a su hijo al escuela, él va a kinder. Dijo sentirse preocupado por la situación de la carretera porque siempre tiene temor que un accidente ocurra cuando él va transitando.
Estaba seguro que en cualquier momento le tocaría cargar en brazos a su niño, pues a pesar que le gusta caminar y hacer ejercicio, el trayecto para llegar a Santa Tecla era largo. Además, las condiciones climáticas abonaban al cansancio.
“Esperamos en Dios llegar bien, aquí vivimos y nos es la primera vez que nos toca caminar. Además, corremos el peligro de que en cualquier momento ocurra otra derrumbe y uno con niños no puede correr rápido”, señaló.
Daniel González, 75 años
Él padece de los pulmones y tenía cita en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS). Aseguró que antes de salir de su casa se dio cuenta del cierre de la carretera, pero este viernes era el último día para ir a retirar su medicamento.
“No son solo ganas de salir, uno sale porque tiene que hacerlo. Los derrumbes se dan con frecuencia en esta calle y mi modo toca caminar. A mi edad cuesta más y hay que hacerlo más despacio porque después vienen los dolores de piernas, pero no queda de otra”.
