Malakates, el café solidario con las alumnas que no tenían Internet ni equipo para la prueba Avanzo

Cuatro estudiantes de segundo año de bachillerato residentes en Quezaltepeque hicieron la prueba Avanzo en este establecimiento, gracias al apoyo solidario de sus propietarios.

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Las estudiantes durante la prueba. Foto EDH/ Francisco Rubio

Por Francisco Rubio / Susana Joma

2020-12-02 6:00:34

El primer día de la prueba Avanzo también pintó con muestras de solidaridad, para subsanar las áreas que no pudo completar el Ministerio de Educación. Cuatro alumnas residentes en Quezaltepeque, quienes no pudieron hacer el examen en el Centro Escolar José Delgado debido a que está en remodelación, recibieron auxilio de los dueños del Malakates Café Arte.

A un costado del mercado de Quezaltepeque se encuentra este establecimiento, un lugar conocido por los habitantes del lugar por hacer obras de teatro en la calle, dar talleres a jóvenes y por los gestos de altruismo de sus dueños.

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Katherine Chávez, una de las alumnas, comentó que se comunicó con los encargados del café, quienes no solo se mostraron prestos a darles acceso gratuito a internet, sino que incluso le prestaron computadora a una de ellas y les brindaron hasta desayuno antes de la Avanzo.

El café permitió que las estudiantes realizaran la prueba en sus instalaciones, con la conexión a Internet. Foto EDH/ Francisco Rubio

“Normalmente las personas al escuchar la palabra ‘Malakates’ se imaginan algo negativo, pero nosotros hemos venido a cambiar el sentido de la palabra”, dice Shona Marroquín, uno de los fundadores del establecimiento.

Comenzó el proyecto hace un año y tres meses con talleres de teatro, presentaciones en el parque y con la venta de crepas. Poco a poco el local se fue haciendo más conocido en Quezaltepeque por su ayuda a los jóvenes, quienes están muy agradecidos por el espacio y las puertas que les abrieron en el arte escénico.

Una solución, una ayuda

Katherine Chávez, de 22 años, conoció el local a través de los espectáculos y sus actos solidarios. Al enterarse que su centro escolar no brindaría apoyo, decidió contactar con Reneé Córdova, cofundador de la cafetería.

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Al lugar llegaron la misma Katherine (22 años) y sus compañeras Araceli (28 años), Angélica (18 años) y Johana (21 años), todas estudiantes de segundo año de bachillerato modalidad flexible en el centro escolar José Delgado Larreynaga, ya que ninguna de ellas cuenta con acceso a Internet o tiene un dispositivo para conectarse.
“Nos comunicamos con Malakates para ver si nos podían brindar el apoyo, un espacio sin ruidos, sin gente y siempre con los protocolos de salud, y ellos decidieron abrirnos las puertas para realizar la prueba Avanzo”, explicó Katherine, quien junto a sus compañeras se mostró agradecida por este gesto solidario.

Foto EDH/ Francisco Rubio

“El Ministerio de Educación brindó centros escolares (con internet y equipo), pero donde nosotros estudiamos no fue habilitado. La mayoría de jóvenes no poseen una computadora o no pueden ingresar a su correo electrónico. Yo traje computadora, Malakates me prestó una laptop”, expresó Chávez.

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Shona Marroquin, Renee Cordova y Susana Ramirez son los fundadores del local. El negocio ha ido creciendo poco a poco, al principio solo se contaba con la venta de crepas, pero actualmente el menú ha crecido.

Por la falta de eventos culturares y presentaciones les ha costado seguir el proyecto, pero no se rinden, ya que ellos y los jóvenes que se han acercado a “Malakates” tienen necesidad del espacio, no solamente por el ingreso económico, sino para fortalecer la cultura y el arte en esta localidad.

Foto EDH/ Francisco Rubio