Un madrugón de $1,000 millones, destacadas ausencias de diputados y tensión para llegar al voto 56

El cansancio de una jornada intensa que inició desde las cinco y media de la tarde del lunes los había puesto casi en control remoto a los diputados.

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Foto Twitter @AsambleaSV

Por Eugenia Velásquez

2020-05-05 2:08:47

Poco antes de que el reloj marcara las tres y media de la madrugada de este martes 5 de mayo, transcurrieron aproximadamente unos 5 minutos de tensión en el Salón Azul. En la pantalla que contabilizaban los votos de los diputados, dos luces verdes faltaban para alcanzar los 56 votos, la mayoría calificada para aprobar $1,000 millones más en deuda que el Gobierno requirió a la Asamblea para enfrentar la pandemia.

El silencio era sepulcral. El cansancio de una jornada intensa que inició desde las cinco y media de la tarde del lunes los había puesto casi en control remoto a los diputados. No se oía ni un suspiro, ni gritos como los de la bancada del FMLN, quienes horas antes habían tildado “de pacto de corruptos” la aprobación de los $1,000 millones. La frase se escuchó como el son de batucada al ritmo del golpe de sus palmas en sus curules.

Esos cinco minutos fueron cruciales. El presidente de la Asamblea, Mario Ponce, del PCN, parecía estar ausente en el espacio. Nada se movía en ese momento. ¿Pero quiénes no se atrevían a presionar el botón? Una frase ocupada por el presidente Nayib Bukele en sus sendas conferencias de prensa del año pasado cuando presionaba a la Asamblea para que aprobaran otros créditos para seguridad.

Llegar al voto 54 fue casi un milagro. El último en decidirse fue el diputado de ARENA, Mauricio Linares, antes le había precedido en la misma duda su colega, el no partidario, Leonardo Bonilla. Linares no emitió palabra, pero Bonilla si pidió a Ponce que le diera chance de razonar su voto.“Ya son las tres y media de la mañana y no es nada cómodo estar emitiendo un voto tan importante a esta hora de la madrugada. Fueron 56 votos exactos con los que se aprobó los fondos, ni uno más ni uno menos y son $1,000 millones de dólares, que curioso en la madrugada con 56 votos aprobar $1,000 millones y bueno aquí estoy nuevamente teniendo que justificar las razones de mi voto”, alegó Bonilla.

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Horas antes el FMLN había hecho eco de reclamos intensos de que Ponce había evadido toda reglamentación ordinaria usada para realizar las plenarias. No era para menos, dos plenarias extraordinarias en menos de 24 horas, la número 11 y la 12 en lo que va del año, cuando Ponce ha manifestado en otras ocasiones que una plenaria debe ser convocada por lo menos con ocho horas de anticipación.

La primera terminó a eso de la una de la madrugada. Ponce justificó que la daba por cerrada para enviar de inmediato el decreto de ley de cuarentena domiciliar y aislamiento al Ejecutivo para su respectiva sanción y que entre en vigencia cuanto antes.

La normativa fue aprobada por la Asamblea después de una tensa discusión entre Rodolfo Parker, del PDC, la fracción del FMLN y ARENA de si se trata o no de una norma más restrictiva y violatoria de derechos humanos que la misma ley de excepción que estuvo vigente el mes pasado durante 15 días.

ARENA argumentó que se hicieron reformas para evitar los abusos, los cuales fueron avalados por GANA y el PCN y así se aprobó una ley que la diputada Cristina Cornejo del FMLN cuestionó duramente que será el tiempo el que le dará la razón al partido de izquierda, de que esa normativa atropellará los derechos de los ciudadanos y que sus colegas están “ciegos” al no ver lo que habían aprobado.

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“Pacto oscuro de corruptos”, gritaban al unísono los del FMLN, mientras que ARENA daba sendos argumentos de sus razones para votar por los $1,000 millones y por la ley de cuarentena.

David Reyes, de ARENA, les expresó en el pleno que los que menos tienen solvencia moral para hablar de pactos es el FMLN. El diputado aseveró que la intención de su partido es ayudar a la economía de las empresas que han tenido que cerrar y despedir a sus empleados. “No se ha comprendido lo importante que es proteger los empleos. Si hasta unas aerolíneas quebraron”, arremetió Reyes.

Por su parte Parker reclamó: “¿Qué hay detrás de todo esto, perversidad o ineptitud? No es un problema de liquidez, si no de voracidad aprovechándose de la pandemia”. Un supuesto “pacto” se vislumbraba desde antes de que iniciara la plenaria en rumores de pasillo debido a que la bancada de ARENA no bajaba al pleno, pero el diputado Guillermo Gallegos, de GANA insistió en que no se diera por cerrada la plenaria, que esperaran, ante las intenciones del FMLN de retirarse y de criticar de “irresponsable” a ARENA y a Ponce por haber convocado sin tener acuerdos.

Minutos antes, Gallegos aseguraba que la ley de cuarentena se aprobaría con reformas propuestas por los tricolores, algo que se concretó, pero no veía mucha perspectiva para avalar la deuda de $1,000 millones.

Pasaron casi dos horas para que los diputados de ARENA se hicieran presentes, juntos ingresaron a tropel al Salón Azul. Para la votación de la ley de cuarentena estuvieron la mayoría de diputados propietarios, pero no fue lo mismo para votar por los $1,000 millones.

Recién iniciada la segunda plenaria extraordinaria, Ponce hizo varios llamamientos a diputados suplentes de todas las bancadas, incluida la de su partido PCN. En la lectura que hizo el diputado pecenista Reynaldo Cardoza, se mencionó que varios de ellos tienen permiso para ausentarse de la Asamblea.

Pacto o no como cuestionó el FMLN, lo cierto es que ayer no se vio a ningún funcionario del gobierno merodear por la Asamblea, al menos no ante los ojos de los periodistas, a excepción del ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, que llegó a explicar a la comisión de Hacienda el uso de los fondos y a Karim Bukele que no tuvo ningún problema para saludar ante las cámaras.

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