Elsy Nohemy había planificado con mucha emoción el cumpleaños número cinco de su nieto Ezequiel, el próximo 19 de marzo. Sin embargo, sus planes han sido frustrados debido a que desde el sábado por la tarde Mauricio Ezequiel se encuentra desaparecido junto a su madre Claudia Nohemy Roches Velásquez, de 23 años.
Según comenta Elsy, Claudia salió cerca de la 1:30 de la tarde del sábado, junto a su hijo Ezequiel, de la casa donde vivía con su mamá, en la comunidad Roque Anaya, en el Barrio La Vega, al sur de San Salvador.
Entre lágrimas, Elsy narra que su hija le dijo que llevaría a Ezequiel al parque Cuscatlán, donde se reuniría con el padre del niño. A ella no le pareció nada extraño porque usualmente iban a ese lugar. Cuando Claudia salió solo llevaba su cartera y una pelota para que el niño jugara en el parque.
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En la noche, ante la preocupación de que Claudia no regresaba, su madre llamó al padre de Ezequiel, pero este le confirmó que no tenían previsto reunirse ese día y que no sabía nada de ella ni del niño.
La angustia invadió a Elsy cuando también intentó comunicarse con su hija a través del celular, pero este salía apagado. Esa misma noche ella acudió en busca de ayuda a la Policía de la zona, pero las autoridades le explicaron que para recibir una denuncia sobre una persona desaparecida deben pasar de 24 a 48 horas.
La denuncia fue tomada en la delegación de Monserrat hasta el domingo a las 5 de la tarde. La Fiscalía General de República, a través de su cuenta de Twitter, activó el Protocolo de Acción Urgente (PAU) sobre este caso el lunes a las 8 de la noche.
La abuela de Ezequiel hace un llamado a las personas que tengan información que pueda llevar al paradero de su hija y su nieto, la hagan llegar a la Fiscalía o la Policía. “Yo quiero que mi niño regrese, mire, él me decía abuela yo te quiero mucho”, comenta entre sollozos Elsy, mientras muestra el álbum familiar donde guarda las fotos del recuerdo.
Según comenta la madre de Claudia, la joven estuvo acompañada hasta enero pasado con un joven, de quien los familiares solo saben que trabaja como motorista en un microbús del transporte colectivo. “Si ella se fue por su gusto es porque no me tenía lástima, ella sabía que me iba a hacer un daño en irse y llevarse el niño” dice la angustiada madre.
El día de su desaparición Claudia vestía un pantalón azul de lona, camisa negra manga larga, zapatos y una cartera negra. Su nieto vestía un pantalón azul de lona, camisa blanca con gorro y zapatos blancos.
Claudia le ayudaba a su madre a atender una tortillería y una tienda en uno de los pasajes de la comunidad Roque Anaya, donde han vivido toda su vida. Su madre ha colocado un par de velas a la virgen de Guadalupe en la habitación donde dormía su hija y el niño, la cual está adornada por peluches y un poster de San Óscar Romero.
Ante la desesperación Elsy dice que solo espera que su nieto regrese antes de su cumpleaños para comprar el pastel y la piñata que le había prometido.
Según datos de la Fiscalía General de la República, hasta el 9 de marzo, 226 personas han sido reportadas como desaparecidas.
