Entre tanta tristeza, María Elena se conforma con lo que considera menos doloroso, tener aunque sea las restos de su hijo.
La apesadumbrada señora de 64 años, tiene pocas esperanzas que su hijo Neftalí esté con vida, ya que han pasado dos años y cinco meses sin saber nada de él, desde aquel 24 de mayo de 2019 cuando el joven fue raptado por un grupo de hombres junto a Jorge Cisneros y Matías Palacios en la zona de El Boquerón, en el volcán de San Salvador, mientras descargaban una camionada de tierra y ripio.
La Fiscalía General de la República informó a través de un comunicado que la madrugada de este viernes 12 personas ha sido capturadas como sospechosas de la desaparición de los trabajadores.
Para María Elena, una persona alejada de las redes sociales, poco le sorprende esta noticia, su único deseo es encontrar a su hijo, lo cual aún la hace llorar por las noches y le mantiene entre la tristeza y la incertidumbre.
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“Yo vivo con aquella esperanza de encontrarme con mi hijo, yo le pido a Dios que me haga un milagro” expresa.
La señora relata que desde la desaparición de su hijo no ha pasado ni una noche que no piense en él y recuerda perfectamente que siempre tuvo temor que su hijo se fuera a trabajar a San Salvador.
“Yo no quería que se fuera pero el me dijo que quería hacerse de sus “cositas” y sacar adelante a sus niñas y es así como decidió irse a trabajar” agrega.
Neftalí que desde los 14 años había comenzado a trabajar en la agricultura quería un mejor un futuro para sus hijas gemelas y consideraba que era difícil salir adelante solo con las siembras de melón o la pesca, las únicas opciones de trabajo en el empobrecido costero cantón El Ángel en el municipio de Teotepeque, donde vivía.
En busca de ese mejor futuro Neftalí se mudó a San Salvador y comenzó a trabajar en una empresa de mantenimiento de piscinas. Un trabajo que le gustaba mucho, según relata su madre.
Cuando fue raptado y posteriormente desaparecido Nefatli tenía a penas tenía un año de haberse mudado a la capital.
Los días siguientes a la desaparición María junto a familiares y compañeros de trabajo buscaron a Nefatlí y sus dos compañeros por la zona donde los habían visto por última vez, sin tener resultados hasta ahora. Solamente el camión vacío fue encontrado en el cantón San Juan Los Planes, en Quezaltepeque, un día después de la desaparición de los tres trabajadores.
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“Yo le pido a las autoridades que encuentren a mi hijo de la manera que sea, yo espero que Dios les ayude a encontrarlo” dice la madre desconsolada.
María Elena describe a su hijo como una persona humilde y trabajadora quien ayudaba a su padre en las siembras de melón, sandía y frijol. María aún conserva una cuma que era utilizada por Neftalí en sus trabajos agrícolas.
“Mi muchachito fue siempre un hombre trabajador, desde pequeño iba en la mañana a ayudarle a su papá en los cultivos y en la tarde iba a la escuela” recuerda la señora.