En el municipio de San Lorenzo, en el departamento de Ahuachapán, la producción de loroco pasó de 1,500,000 libras durante la temporada 2019 a producir 750,000 un año después; es decir que bajó un 50% por una serie de causas, que van desde la falta de apoyo gubernamental hasta el cambio climático y las restricciones en el contexto de la pandemia por el COVID-19.
El deseo que tienen este año es al menos mantener la cifra del año pasado, aunque el panorama no es alentador para los 240 productores del municipio, donde son cultivadas cerca de 350 manzanas de terreno de extensión con dicha flor.
Maynor Guerrero, gerente general de la Asociación Cooperativa de Producción Agroindustrial Jocoteros de Ahuachapán (Acopaj de RL), con sede en San Lorenzo, explicó que el año pasado muchos productores desistieron invertir en el cultivo de la flor debido a la incertidumbre que generó la pandemia por el coronavirus, siendo uno de los factores que influyeron para la disminución del producto.
La cosecha inicia en mayo y termina en octubre; pero son los meses de agosto y septiembre, donde obtienen mayor producción.
“En el caso nuestro, con el loroco, nos hemos sentido un tanto abandonados en el sector ya que como son zonas específicas del país que somos productoras. Nosotros como San Lorenzo y Ahuachapán, principalmente, somos una zona productora; pero hemos observado que no es tan significativo quizás a nivel de país porque en los últimos años hemos estado abandonados como sector y esto ha traslocado (ocasionado) a que los volúmenes de producción han ido decayendo, no ha habido asesoría, investigación, no ha habido apoyo en el tema de mercados. Entonces todo esto ha ido desmejorando al sector para los productores de loroco en la zona”, expresó Guerrero.
Señaló que han tenido reuniones con entidades gubernamentales, como el Ministerio de Agricultura; pero que únicamente se han quedado en encuentros, sin concretar apoyos.
Presume que uno de los factores por lo que el sector no ha recibido la importancia debida en los últimos años es porque los volúmenes de producción son bajos en comparación con otros cultivos, como el café y la caña de azúcar.
Plantaciones sin renovar, enfermedades en las mismas como proliferación de hongos, ácaros y la presencia del insecto conocido como pulgón, se suman a la lista de adversidades que han enfrentado los productores de loroco.
Paradójicamente los precios por libra fueron mayores el año pasado que los anteriores. En el 2020 osciló entre $1 y $1.50 por libra; mientras que en temporadas anteriores ha sido entre $0.75 y $1.25.
Sin embargo, los precios altos no han compensado los costos y las ganancias esperadas debido a la disminución de volúmenes en la producción.
Acopaj cuenta con 31 socios que cultivan ochenta manzanas y que dejan 300,000 libras en condiciones normales. La producción también disminuyó a la mitad.
La mayoría de productores en el municipio no están organizados pero también están pasando las adversidades que mencionó el gerente general de la cooperativa.
“Nosotros pediríamos: uno, apoyo en asesorías, en impulsar a nuestros productores que puedan retomar el cultivo, dar incentivos también para que puedan recuperar las producciones, sembrar plantaciones nuevas. Lo otro sería la asistencia técnica para mejorar las técnicas de producción y el otro tema que sería la investigación del producto (para) mejorar las producciones y por último el tema de mercados que es el otro tema que nosotros como productores esperaríamos que se trabaje y que se puedan mejorar las condiciones de acceso al mercado y generar precios competitivos que se logran con buscar mercados nuevos”, expresó Guerrero.
Omar Fajardo tiene 23 años de trabajar en el corte de loroco, entre otros productos, y ha sido testigo de cómo la producción ha ido en descenso.
Ejemplificó que, en años anteriores, donde trabaja, en el cantón Las Pozas, obtenían hasta 1,000 libras de flor cada ocho días.
“Aquí se cortan 300, 400 libras cada ocho días; el año pasado eran 600 libras, hace como dos o tres años hubo unos cortes de 1,000 libras. Andábamos de 18 a 20 cortando. Año con año se puede decir que va bajando”, manifestó.