Desde que llegaron a la ciudad de Arcatao, en Chalatenango, la comitiva que acompaña a la exdiputada y dirigente del FMLN, Lorena Peña, fueron registrados por elementos de la Policía. Peña denunció en su cuenta de Twitter que les dijeron que buscaban armas.
“¿Y por qué nos van a registrar, si esta es nuestra casa? Este el Arcatao que nos quieren regalar miren”, se escucha que Peña les dice a los policías.
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La exdiputada se dirigió este domingo a Arcatao junto a varios militantes del FMLN en apoyo a las denuncias de los residentes y alcaldes de esa zona de que no pueden seguir con sus labores cotidianas y de trabajo porque los cercos militares que ha implementado el Gobierno no se los permite.
“Estamos con un Gobierno que poco a poco mete a todo a los policías y a los militares y ni depende de que el militar sea buena gente o malo, el soldadito que está allí, pero nos quieren acostumbrar otra vez que a fuerza policial y militar nos callemos”, expresó Peña en un mitin realizado frente a la iglesia de Arcatao.
Entrada a Arcatao a estas horas retén policial dice que buscan armas #DictaduraNuncaMás pic.twitter.com/MpEb5vbb62
— Lorena Peña (@lorenagpeam) October 25, 2020
Según Peña, su presencia en esa localidad no era en carácter de funcionarios ni de políticos, sino para defender los territorios que el FMLN ocupó también de forma clandestina durante la guerra civil.
“Venimos en calidad de revolucionarios que defendimos estos territorios y no vamos a permitir que nunca más vuelvan a ser militarizados, así se llame cerco sanitario, así se llame narco, porque lo que está detrás es ver hasta dónde nos dejamos militarizar de nuevo”, expresó Peña.
El alcalde de Arcatao, Alberto Avelar, se manifestó también en el mitin, recordando a sus habitantes que ahora el gobierno los atacará porque “la izquierda salvadoreña representada por el FMLN es el enemigo del gobierno”, aseveró.
“No es casualidad que nos acusen de que protegemos a los jaladores de frijoles, a la gente que traslada poquitos de maíz, que vienen con un gallito y se lo regalan al padre (de la Iglesia), a toda esa gente trabajadora que se dedica día a día a echar riata en la frontera, a esos hoy les llama el presidente (Nayib Bukele) narcotraficantes y nosotros protectores de ellos, seguiremos haciéndolo, nunca nos van a arrodillar, no lo hicimos durante la guerra, nos mataron a nuestra familia y a nuestros hijos y hoy no nos vamos a quedar callados, qué más da, ya viví 50 años, por lo tanto, ya di lo que tenía que dar, seguiré dando lo último que me queda, que es la otra mano y mi cabeza por defender a este pueblo”, externó el alcalde de Arcatao.
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El padre Rutilio Sánchez, párroco de la Iglesia de Arcatao, exhortó a sus feligreses a no dejarse vencer. Les dijo que hay que revisar la historia y unificar las causas.
Luego los motivó de otra forma: “¿A quién de ustedes revolucionarios los obligaron a ir a la guerra?” les preguntó a los asistentes al mitin, y ellos contestaron “a nadie” y prosiguió “hoy tenemos que unificarnos, la revolución somos todos”.
Días atrás, los diputados Karina Sosa, del FMLN, y Julio Fabián, de ARENA, manifestaron que las acusaciones del presidente Nayib Bukele a algunos alcaldes de la zona norte de Chalatenango, molestos por la militarización de los puntos fronterizos, son difamatorias. Bukele acusa a los ediles y a diputados de estar “ligados evidentemente al narcotráfico”.
La avalancha de cuestionamientos de Bukele se dieron tras la petición del FMLN de que el ministro de Seguridad, Rogelio Rivas y el director de Migración, Ricardo Ernesto Cucalón, envíen un informe a la Asamblea explicando el motivo por el cual se ha intensificado la seguridad militar en los pasos fronterizos que tienen ocho municipios de Chalatenango con Honduras.
Lo anterior se da pese a que la Sala de lo Constitucional en sus resoluciones ha prohibido al Ejecutivo restringir la libre circulación de las personas afectando sus derechos humanos, a menos que exista un estado de excepción decretado por la Asamblea. De momento no está vigente ninguna ley relativa a impedir el libre tránsito de los ciudadanos.