VIDEO: “En un suspiro se vinieron las tres paredes de un solo”, la familia García que perdió su casa por el paso de la tormenta Amanda

La tormenta Amanda dejó a dos niños y sus abuelos sin casa. Aunque han recibido víveres, la ayuda más urgente es la reconstrucción de su vivienda o el traslado a un lugar más seguro.

La familia Ramos perdió su hogar por las lluvias de la tormenta Amanda en mayo de este año. Por ahora, unos vecinos han acogido al grupo familiar en su vivienda mientras espera recibir ayuda para comenzar de nuevo en una mejor casa.

Por Karla Arévalo

2020-11-20 7:00:10

Mateo tiene 2 años, aún no habla, pero cuando trata de explicar cómo un alud de tierra botó su casa inclina la cabeza. “Cada vez que explica cómo se cayeron las paredes hace la cabecita así”, relata la bisabuela de Mateo, Ascensión de 67 años.

La tormenta Amanda golpeó Centroamérica en mayo de este año. Aunque fue un ciclón de corta duración, los daños ocasionados en Centroamérica fueron significativos. En El Salvador hubo inundaciones, ríos desbordados, miles de evacuados y 15 muertos.

Ascención recuerda la noche del 31 de mayo como la peor de todas. “Ese día fue tremendo porque, como ya habíamos visto rota la pared de atrás, yo le dije a mi hija, ‘saquemos lo que podamos y vámonos’. Pero en un suspiro se vinieron las tres paredes de un solo”.

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La casa donde vive Ascensión con sus dos hijos, sus nietos y dos bisnietos cayó en segundos luego que un alud de tierra golpeara las paredes de la vivienda en la colonia Veracruz, municipio de Colón, La Libertad.

Tras la pérdida de los pocos muebles que tenía, vecinos altruistas invitaron a la familia a dormir en sus casas. Desde entonces Ascensión duerme cada noche en la casa de una vecina esperando la ayuda que le permita reconstruir su casa nuevamente o trasladarse a una vivienda digna.

La alcaldía de Colón les donó láminas para un espacio provisional. Pero el peligro sigue latente, pues el alud de tierra no se lavó completamente y lo que queda amenaza con desparramarse sobre el lugar donde Ascensión permanece durante el día.

“Desde ese momento nosotros estamos donde nuestros vecinos, al otro lado de la calle. Ahí ellos no corren peligro. Además me dicen: ‘hasta que veamos que les han hecho el muro entonces se pueden ir de acá, mientras no’, relata la bisabuela de Mateo.

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Mateo tiene dos años y su hermana Michelle 5. La niña ya está inscrita en la escuela. Mateo empieza a pronunciar sus primeras palabras.

Los niños aún no tienen conciencia de que esa noche se salvaron de milagro. Su abuela se fracturó las costillas y, aunque le hicieron una radiografía, la pobreza le impide hacerse más estudios médicos para saber si ha mejorado.

Ascensión se golpeó la cadera y el pie. El dolor lo dejó pasar y los moretones desaparecieron con el paso de los meses. Los niños no tuvieron daños físicos porque minutos antes los sacaron. Pero sí describen cómo la casa se cayó en segundos.

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El Salvador ha recibido más ciclones en los últimos meses. El huracán Eta amenazó el país en octubre. El huracán y Iota en noviembre. Mientras tanto la familia García espera a que las tormentas cesen y a que alguien se decida a ayudarlos.

Mientras tanto la familia García espera a que las tormentas cesen y a que alguna persona o institución se decida a ayudarlos.

Si desea ayudar a esta familia puede comunicarse al teléfono 7758-1351 con Samuel Ramos.