SAN MIGUEL. Los trabajos de limpieza en ocho kilómetros azolvados del cause del Río Grande, ubicados entre el caserío Santa Fidelia del cantón La Canoa y el caserío Casa Mota del cantón El Brazo, del municipio de San Miguel, fueron suspendidos y podrían ser reanudados el próximo año.
La oficina de Protección Civil Municipal informó que dichos trabajos iniciaron el 15 de abril.
“En un periodo de dos semanas se limpiaron 2.5 kilómetros y se sacaron unas 15 toneladas de desechos y basura”, comentó Óscar Portillo, jefe de la oficina local de Protección Civil.
Sin embargo, debido a que el terreno se ha convertido en un área pantanosa, la maquinaria quedó atascada y tomó un par de días liberarla, expusieron habitantes del cantón La Canoa.
“El trabajo fue mínimo, creemos que no ayudará, tal vez con una o dos semanas que hubieran trabajado las otras máquinas que iban a mandar; si hubieran hecho unos seis kilómetros, con eso se quitaría el tapón que tiene el río”, opinó Manuel de Jesús Hernández, presidente de Adesco de Santa Fidelia y miembro del comité de Protección Civil.
Hernández aseguró que la pala mecánica solamente trabajó un día, debido a que esa noche llovió y la condición del terreno no le permitió avanzar.
Protección Civil municipal recomendó al alcalde Miguel Pereira suspender los trabajos, como una medida de seguridad para el personal y la maquinaria; estos serían reanudados la segunda semana de enero del próximo año, según proyecciones.
El asolvamiento en el cauce del río afecta los terrenos y cultivos de los cantones La Canoa y El Brazo, también representa peligro para los automovilistas que hacen uso de la carretera del Litoral, ya que con los desbordamientos del cauce, unos 250 metros de carretera se inundan.
Alcaldía migueleña limpia cauce del río Grande
El sector donde realizarán trabajos es el de Hacienda Casa Mota.
“Yo advierto a todos que este invierno será peor que los anteriores en esta carretera, con poquito que llueva no habrá paso. Nosotros ya pedimos el apoyo para poner algunos horcones con cinta reflejante, para poder distinguir adónde está la carretera, porque en la noche o madrugada, que el río sale a la carretera, algunas personas se van para la cuneta a buscar la calzada”, comentó Hernández.
La comunidad tiene cerca de una década de solicitar la limpieza del cauce. El Ministerio de Medio Ambiente recomendó la remoción de los desechos vegetación y sedimentos acumulados en el cauce para permitir el libre flujo del caudal y evitar el desbordamiento.
Esperan permisos
El 10 abril pasado, Protección Civil Municipal envió a Medio Ambiente el formulario denominado áreas frágiles protegidas y zonas de amortiguamiento y humedales, para que realizaran el proceso de inspección y evaluación para los trabajos propuestos en el cauce del río Grande.
Aún sin un documento firmado, la comuna decidió dar inicio a las tareas de limpieza, tomando como base el recomendable realizado por el ministerio.
La comuna espera que dichos permisos sean otorgados por un periodo de un año para poder trabajar en verano de 2019, con el apoyo del Ministerio de Obras Públicas.