Historias de Navidad: Así trabajan las costureras del Niño Dios

Ana Lilian Aquino y María de los Ángeles Colindres mantienen viva la tradición de confeccionar los trajes que estrenan las imágenes del Niño Dios cada 25 de diciembre, una costumbre en hogares y templos católicos.

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El traje de las imágenes de la Virgen María y San José que participan en las posadas también fueron confeccionados por esta devota. Foto EDH / Josué Parada

Por Josué Parada

2018-12-23 6:38:31

AHUACHAPÁN. Sentada frente a su máquina de coser y rodeada de tiras de tela, alfileres y tijeras, Ana Lilian Aquino de Román, ajusta los hilos en la aguja de la máquina. Se prepara para confeccionar una de las prendas más especiales de todas las que ha tejido en el año, el traje para la imagen del niño Jesús de la parroquia San Andrés Apóstol de Apaneca.

La habilidad de esta salvadoreña para confeccionar este tipo de prendas se mezcla con la pasividad de su casa y el clima fresco del municipio.

Hace 28 años aprendió corte y confección observando cómo lo hacía su hermana, y con los años perfeccionó las técnicas. Ahora realiza todo tipo de prendas de vestir.

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Ana Lilian Aquino y María de Los Ángeles Colindres mantienen viva la tradición de confeccionar los trajes que estrenan las imágenes del Niño Dios en Apaneca.

“Es bonito, esto se hace con un gran amor, me encanta hacerlo” afirma.

Cuando sus hijas estaban pequeñas les confeccionaba los vestidos para sus muñecas, esto le permitió desarrollar la habilidad para coser prendas de tamaño pequeño, casi diminutas.

Hace aproximadamente ocho años, el sacerdote que fungía en la parroquia de Apaneca le encargó las prendas para unas imágenes, desde entonces Ana Lilian ha elaborado la vestimenta para la mayoría de los santos de dicho templo, algunas para las cofradías del municipio y para cualquier devoto que le encarga para el niño Jesús.

“Yo lo hago con el fervor católico que tengo. Se siente una gran emoción ir a la iglesia y ver algo que yo hice con mis propias manos, uno piensa ahí está parte de mí, mi arte”, manifiesta.

Ana Lilian pasa horas elaborando prendas, en los últimos meses del año siempre tiene encargos para confeccionar el traje que estrenará alguna imagen de Niño Dios, ya sea de Apaneca, San Salvador o incluso llegan a encargarle personas que vienen de los Estados Unidos.

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También elabora las túnicas que lucen las imágenes de San José y la Virgen María durante las posadas de diciembre, que se realizan por todo el casco urbano de Apaneca.

La tela que ocupan son el satín, encajes o lo que el cliente prefiera, casi siempre la vestimenta para el niño Jesús es blanca, como símbolo de pureza y luz para la humanidad.

Debido al tamaño de las prendas algunos detalles son tan pequeños que deben ser cosido a mano, como los broches o algún adorno extra.

“No soy costurera de profesión, pero le he confeccionado una colección de trajes a los niños”, asegura.

María de los Ángeles Colindres muestra uno de los trajes que ha confeccionado. Foto EDH / Josué Parada

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SAN SALVADOR. María de los Ángeles Colindres de Álvarez se animó a confeccionar un traje para el niño Jesús, por la petición que uno de sus hijos le hizo hace quince años.

A pesar que sabía coser desde que tenía 22 años, nunca había hecho prendas tan pequeñas y delicadas. Hoy, a sus 70 años, ha elaborado más de 25 trajes para las dos imágenes de niño Jesús que posee.

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Cuando llega diciembre es de rigor que María pase horas frente a la máquina de coser confeccionando la vestimenta en su casa ubicada en la comunidad Las Palmas, en San Salvador.

Con el tiempo ha mejorado la elaboración y puede tejer uno o dos trajes completos en un día, dependiendo de la complejidad del diseño, explica la costurera.

El primer traje que hizo fue adaptando un vestido de niña que le regalaron, del cual utilizó partes para armar el traje para la imagen del Niño Dios. Ese traje aún lo conserva y tiene un significado especial para ella por haber sido el primero.

“Yo costurera no soy, me animé a hacerle los trajes y ya tengo una colección de todos los que he hecho”, manifiesta.

Cada año elige el tipo de tela para el “estreno” de los niños, la ropa puede ser de blonda, pana, satín o terciopelo; asimismo los adornos que le combinen mejor a cada traje, ya sean listones, encajes o lentejuelas.

Los dos niños Jesús que posee son antiguos. Uno perteneció, por 60 años, a la madre de María de los Ángeles . El otro fue un obsequio de una señora hace 10 años.

A la imágenes las ha nombrado como niño Ángel Emilio y niño Diego Emmanuel, en referencia al nombre de su hijo y otros familiares.

Cada 27 de noviembre los lleva a la parroquia de los Santos Inocentes, en Antiguo Cuscatlán, para que un día después participen en la procesión de las fiestas patronales del municipio.

“Todos los años ellos van estrenando, van vestidos iguales para que se vean lindos. Son gemelitos, donde está uno está el otro”, comenta.

María de los Ángeles también ha confeccionado vestimenta para imágenes de la capilla Sagrada Familia, y de la iglesia del municipio de San Pedro Nonualco.